La Comisión Permanente de Derechos Humanos (CPDH) denunció este miércoles la desaparición del veterano maratonista Alex Vanegas, quien permanecía en una cárcel de la Policía de Nicaragua a pesar de contar con una orden judicial de libertad, tras participar en protestas contra el presidente Daniel Ortega.
“Estamos en una situación en la que don Alex está desaparecido, la Dirección de Auxilio Judicial (DAJ) dice que lo envió a la cárcel La Modelo, y el Sistema Penitenciario Nacional aduce que ahí no se encuentra”, dijo el abogado de la CPDH, Pablo Cuevas, a periodistas.
Vanegas, de 62 años, había sido arrestado el 2 de noviembre pasado por cantar el Himno Nacional de Nicaragua en honor de los cientos de manifestantes muertos en las protestas antigubernamentales. Aunque una jueza de Managua ordenó su libertad un mes después, la Policía lo mantiene detenido.
“No sabemos dónde se encuentra, si es real que la DAJ lo mandó a La Modelo y esta lo aceptó, es otra ilegalidad, porque las leyes dicen que para poder ingresar ahí el interno debe ir acompañado de un expediente, lo cual no es el caso, porque don Alex tiene orden de libertad”, explicó Cuevas.
La CPDH anunció que emitirá un recurso de exhibición personal adicional al de la DAJ, esta vez ante el Sistema Penitenciario, para tratar de saber qué ocurrió con Vanegas.
El maratonista había sido capturado en cinco ocasiones antes del encarcelamiento definitivo, que los defensores de los derechos humanos califican de ilegal.
Vanegas es conocido por correr con una camisa de color azul y blanco, los colores de la bandera nicaragüense, con las frases “Maratón por la justicia” y “Corro para correr a Ortega”, impresas en el pecho y la espalda.
El maratonista es considerado por organismos humanitarios uno de al menos 610 “presos políticos” del Gobierno de Ortega, que ha informado de 340, que llama “terroristas”, “golpistas” o “delincuentes comunes”.
Dichos organismos, tanto locales como internacionales, afirman que desde el estallido social contra Ortega en abril pasado han muerto entre 325 y 545 personas en el marco de la crisis, de la cual responsabilizan al presidente.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) ha afirmado que existen argumentos para que el Gobierno de Nicaragua sea juzgado por crímenes “de lesa humanidad”.
Ortega rechaza los señalamientos y sostiene que ha sido víctima de un intento de “golpe de Estado”, que ha tenido poco eco en la comunidad internacional, que exige pruebas.
La Organización de Estados Americanos (OEA) inició el jueves el proceso para que la Carta Democrática Interamericana sea aplicada a Nicaragua, debido a la negativa de Ortega de atender la crisis.
Las protestas contra Ortega y su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, comenzaron el 18 de abril pasado por unas fallidas reformas de la seguridad social y se convirtieron en una exigencia de renuncia del mandatario, tras once años de Gobierno, debido al saldo mortal de las manifestaciones.