Marc Lamparello, el hombre que intentó quemar la catedral de San Patricio en Nueva York pocos días después de que ardiera la catedral de Notre Dame en París, fue declarado “incapacitado mental” para afrontar un juicio por un juzgado de Manhattan.
El juez decretó que el exprofesor adjunto de filosofía en el Lehman College, perteneciente a la Universidad de la Ciudad de Nueva York, no estaba en condiciones de ser llevado a juicio, un extremo en el que coincidió la Fiscalía, indicaron medios locales.
Lamparello fue detenido el pasado 17 de abril cuando intentó entrar en la catedral de San Patricio, en la Quinta Avenida de Nueva York, con dos bidones de gasolina y dos encendedores, y que tenía reservado un billete con destino a Roma para esa misma noche.
Según la Policía, la idea del acusado era provocar un incendio en varios templos de El Vaticano.
El hombre, de 37 años, permanece en la cárcel local de Rikers y será llevado a una institución psiquiátrica, decretó el juez, aunque todavía tiene que comparecer ante el magistrado el próximo martes.
Cuando fue detenido, Lamparello admitió a la Policía que había dejado de tomar las pastillas contra la esquizofrenia y el trastorno bipolar que padece.
En un primer momento, el hombre -residente en Nueva Jersey y estudiante de posgrado- intentó convencer a los agentes de que la gasolina era para su auto, aparcado al otro lado de al catedral, y que se había quedado sin gasolina.
Sin embargo, la posesión de dos grandes mecheros -similares a los que se utilizan para encender barbacoas- y la aparición de un tercer bidón en su auto, así como el depósito del mismo lleno, provocaron su detención.
Su defensa argumentó desde el primer momento que la idea de Lamparello provenía de un brote psicótico, aunque la fiscalía intentó rebatir esa idea.
Finalmente, la fiscalía decidió no seguir adelante con su recurso.