En una reunión sin precedentes para abordar los desafíos cruciales que enfrenta la Amazonía, la IV Cumbre de los presidentes que integran el bioma amazónico comenzó este martes 8 de agosto, en la ciudad brasileña de Belém. Los líderes de ocho países de la región se reunieron para discutir propuestas conjuntas destinadas a garantizar la supervivencia de la mayor selva tropical del planeta, amenazada por la deforestación, la minería ilegal y el narcotráfico.
Inició la Cumbre de la Amazonía. Los líderes de ocho naciones de la región se reúnen en una cumbre sin precedentes, durante dos días, en Brasil.
El presidente anfitrión Luiz Inacio Lula da Silva abrió el encuentro, remarcando que se trata de una cita «histórica», centrando sus esperanzas en las propuestas y medidas que puedan resultar de esta cita y tras resaltar la urgencia de la cooperación ante la crisis climática.
«Estoy convencido de que la historia de la Amazonía será medida a partir de este encuentro. Que habrá un antes y un después», sostuvo Lula en su intervención, declaraciones en las que insistió a través de sus redes sociales.
O Brasil e os demais países amazônicos estão fazendo história. Vamos ajudar a desenvolver a nossa região de forma sustentável. A Amazônia abriga milhões de pessoas, entre povos indígenas, ribeirinhos e comunidades tradicionais. Nosso governo está empenhado na preservação… pic.twitter.com/gf90SUfAVE
— Lula (@LulaOficial) August 8, 2023
La cumbre reúne figuras como los presidentes de Bolivia, Colombia y Perú, así como al primer ministro de Guyana y representantes de Ecuador y Surinam.
Sin embargo, la ausencia de Nicolás Maduro, presidente de Venezuela, se debió a un tema médico, pero en su reemplazo asistió la vicepresidenta, Delcy Rodríguez. Los temas en la agenda abarcan, desde la lucha contra la deforestación hasta la cooperación en la vigilancia de delitos ambientales.
Por su parte, María Alexandra Moreira, la líder de la Organización del Tratado de Cooperación Amazónica (OTCA), hizo un llamado urgente en la Cumbre Amazónica para tomar medidas decisivas contra la deforestación y para implementar políticas que mejoren la vida de las personas que viven en la región. También, resaltó la importancia de entender la Amazonía como un lugar complejo que enfrenta diversas amenazas que ponen en riesgo su integridad.
Una «OTAN amazónica» y un tribunal, las propuestas de Petro para defender la región
Una de las intervecniones más destacadas fue la del presidente de Colombia Gustavo Petro, quien señaló la necesidad de tomar medidas urgentes para frenar el calentamiento global, con acciones dirigidas de forma concreta en la Amazonía.
En este sentido, el mandatario propuso la creación de un tribunal internacional para juzgar los ilícitos en la región y la idea de establecer una organización al estilo de la «OTAN». Un planteamiento que apunta a proteger el bioma con todos los recursos necesarios.
«Si el motor de la Amazonía es cada vez más ilegal y representa un crimen contra la humanidad, ¿cómo defendemos la vida? Con razones, pero también con armas», aseguró Petro, en referencia a las herramientas para defender al llamado pulmón del planeta.
Además, el mandatario colombiano volvió a poner sobre la mesa la opción de frenar el uso de las energías fósiles, como carbón, petróleo y gas, pese a las críticas que reciben algunos gobernantes progresistas que defienden este tipo de proyectos, ante los posibles efectos en materia económica.
«¿Es posible mantener una línea política de ese nivel? ¿Apostarle a la muerte y destruir la vida? ¿O deberíamos plantear otra cosa diferente que es lo que llamo sociedad descarbonizada?», cuestionó Petro.
Esta cumbre no solo reúne a los países que abarca la Amazonía, sino que también incluyó a algunas naciones invitadas con extensas áreas de selva tropical, como Indonesia, República del Congo, Granadinas, Francia, Alemania y Noruega.
Las amenazas que enfrenta el pulmón del planeta
La Amazonía, que abarca un área dos veces el tamaño de la India, es crucial para el equilibrio climático mundial. Sin embargo, la deforestación masiva y el crimen organizado está poniendo en peligro su supervivencia.
La Declaración de Belém, el comunicado final que se espera de esta cumbre, busca establecer estrategias colaborativas para combatir la deforestación y financiar el desarrollo sostenible.
La región amazónica enfrenta desafíos inmensos. Además de albergar a casi 50 millones de personas, acoge una asombrosa diversidad de vida, incluyendo 400.000 millones de árboles y el 20% de los recursos de agua dulce del mundo. No obstante, décadas de ganadería, minería y agricultura irresponsables provocaron la degradación del bosque y la pérdida de biodiversidad.
El bioma amazónico perdió más de 85.000 km2, o alrededor del 13% de su área original, según el Pacto Amazónico Andino. Y las emisiones de carbono de la Amazonía aumentaron un 117% en 2020 en comparación con el promedio anual de 2010 a 2018, según las últimas cifras de investigadores de la agencia espacial nacional de Brasil.
La cría de ganado y el cultivo de soja aumentaron drásticamente gracias a las nuevas tecnologías, las carreteras y la demanda global de granos y carne. La crianza de unos 27 millones de cabezas de ganado-el principal emisor de gases de efecto invernadero-, entre los estados brasileños, afectaron directamente el terreno de la selva tropical.
Se suma también el crimen organizado, que se apoderó de vastas áreas, talando madera y financiando actividades ilegales como la minería de oro.
La cumbre busca fortalecer la cooperación policial entre las naciones para enfrentar este problema creciente. Además, las grandes represas hidroeléctricas, especialmente en Brasil, la perforación de petróleo, contaminan el agua y causan la interrupción de los modos de vida indígenas, destacan los expertos.
Las voces indígenas siguen en la lucha de salvaguardar la mayor selva tropical del planeta
En la antesala de la cumbre, un centenar de activistas indígenas se congregaron en Belém para exigir mayor apoyo gubernamental y protección de la selva tropical. Los asesinatos de defensores del medio ambiente subrayan la peligrosa lucha que enfrentan. Los activistas buscaron un compromiso para proteger el 80% de la Amazonía para 2025.
Mientras los líderes se reunían, las voces de las comunidades y los grupos de derechos resonaron con firmeza en la búsqueda de soluciones efectivas. Previo a la cumbre, más de 50 grupos ambientales emitieron un llamado enérgico a los gobiernos de la región para adoptar un plan que evitara que la Amazonía cruzara “un punto de no retorno”.
La petición, publicada por el Observatorio del Clima, instó a los países a unirse al compromiso de Brasil de eliminar la deforestación ilegal para 2030, fortalecer los dere chos indígenas y tomar medidas contundentes contra los delitos ambientales.
La IV Cumbre de los presidentes amazónicos promete ser un punto de inflexión en los esfuerzos por preservar este invaluable patrimonio natural y asegurar un futuro sostenible para las generaciones venideras. AFP