Puede que esta sea la peor temporada de incendios forestales registrada en Canadá, advierten los funcionarios estatales de este país.
Tanto así que el humo de estos incendios ha cubierto una gran área del este de América del Norte y están causando estragos en ciudades como Nueva York.
Los incendios empezaron a principios de junio en la provincia canandiense de Quebec, influenciados por el clima seco y cálido, así como por varios rayos.
Y su propagación fue rápida. De unos 36 incendios iniciales se pasó a más de 100 tras una tormenta eléctrica el 1 de junio.
Es habitual que en esta época haya incendios, pero esta temporada están siendo más virulentos. «En tres días, todo salió mal», dijo Phiplippe Bergeron, de la agencia de extinción de incencio de Quebec.
Casi cuatro millones de hectáreas de tierra se han quemado hasta ahora en el país, 12 veces por encima del promedio de los últimos 10 años para esta época del año.
«Eso es el equivalente a casi 10 millones de campos de fútbol», dijo el miércoles el ministro de preparación de emergencias de Canadá, Bill Blair, al programa Newshour de la BBC.
Y con tanto incendio, los recursos locales para su extinción se han agotado. Por ello se ha tenido que recurrir a bomberos de Francia y Estados Unidos para que ayuden a las labores de extinción.
Quebec, la más afectada
En el caso de Quebec, los incendios disminuyeron esta semana de 150 a poco más de 130. Pero el problema, explicó Bergeron, es que se están fusionando unos con otros y volviéndose más grandes.
Quebec nunca ha visto incendios forestales de esta escala, que ocurren más típicamente en partes del oeste de Canadá, como Alberta y la Columbia Británica.
En todo el país, más de 20.000 personas han tenido que ser evacuadas de sus hogares, 15.000 de ellas en Quebec.
La situación sigue siendo preocupante en varias regiones, explicó Stephane Caron, de la Sociedad de Protección de los Bosques frente al Fuego, SOPFEU en sus siglas en francés.
«Solo estamos al comienzo de esta temporada de incendios. Ahora estamos entrando en el período en el que generalmente comienza a haber incendios más grandes en Quebec», dijo.
El riesgo de un nuevo brote es calificado de «extremo» por las autoridades en la parte occidental de esta provincia.
La temporada inusualmente activa ha provocado algunos llamados entre los políticos para la creación de un servicio nacional de bomberos. Canadá generalmente depende de que cada provincia comparta recursos o ayuda de los estados cercanos de EE UU.
Cuando esos recursos se agotan, las provincias piden apoyo militar al gobierno federal, así como a otros países para obtener asistencia internacional, dijo Brian Wiens, director gerente de Canada Wildfire, una organización que investiga el manejo de incendios forestales en asociación con las agencias provinciales de extinción de incendios.
Con tantos incendios ardiendo a la vez este año, las provincias que están luchando contra sus propios incendios ahora se encuentran demasiado tensas para compartir recursos.
El miércoles, el primer ministro Justin Trudeau reconoció que su gobierno está considerando crear algún tipo de agencia nacional de respuesta a desastres.
Nueva York bajo un manto anaranjado
Poco más de 800 kilómetros separan Quebec, en Canadá, de Nueva York, en Estados Unidos. Pero los efectos de los incendios se hacen notar en el cielo de la Gran Manzana.
Una neblina anaranjada cubrió el horizonte de la ciudad y ocultó lugares de interés como la Estatua de la Libertad.
Los funcionarios de salud pública han advertido a las personas que no hagan ejercicio al aire libre y que minimicen su exposición al humo tanto como sea posible, ya que el aire presenta riesgos para la salud inmediatos y a largo plazo.
Los expertos dicen que exponerse al humo puede causar varios de problemas de salud, como pulso elevado, dolor en el pecho e inflamación en los ojos, la nariz y la garganta.
«Estamos viendo un mayor número de visitas relacionadas con asma en emergencias», dijo un portavoz del departamento de salud de Nueva York a AFP.
Tanto en estaciones de tren, autobuses y parques, los funcionarios de salud han repartido mascarillas y se ha pedido que las escuelas públicas cambien al modo de enseñanza a remoto, al menos por ahora.
Linda Juliano, una secretaria de 65 años, aceptó gustosamente una de estas mascarillas. «Nunca había visto algo así. Me recordó mucho al 11 de septiembre, ver el cielo lleno de humo y todo», dijo a AFP y describió el smog sepia como «aterrador».
El humo también afecta a la ciudad de Washington D.C. Por ejemplo, en la zona de Union Market, un lugar que suele estar repleto de gente comiendo al aire libre bajo el sol de la tarde, esta semana las sillas estaban vacías.
En la zona está Tori, que recién se acaba de quitar una mascarilla y la lleva amarrada en su muñeca. Acaba de hacer un viaje desde otra zona del país hasta Washington D.C. y contó a BBC que notó el cambio en el aire.
«Mientras conducía, noté que estaba más nublado, y también me siento un poco diferente. Tenía dolor de cabeza. Da mucho miedo, si lo piensas», contó.
No en vano, la ciudad alcanzó el «Código Marron», la categoría más alta del índice de calidad del aire (AQI, en inglés), lo que indica condiciones peligrosas para la salud. El índice llegó a superar a las ciudades más contaminadas del mundo.
Alrededor de 111 millones de personas en Estados Unidos están bajo alerta por calidad del aire debido a los incendios, dijo este jueves la Agencia de Protección Ambiental de EE UU.
La Casa Blanca pospuso un evento del Orgullo al aire libre, aunque un desfile y un festival programados para el fin de semana seguían en curso. A su vez, el Zoológico Nacional anunció que cerraría «por la seguridad de nuestros animales, nuestro personal y nuestros invitados».
El humo también afectó a los vuelos. La Administración Federal de Aviación tomó medidas para «gestionar el flujo de tráfico de manera segura hacia la ciudad de Nueva York, Washington D.C., Filadelfia y Charlotte».
Alerta ante al cambio climático
«Millones de estadounidenses están experimentando los efectos del humo resultante de los devastadores incendios forestales que arden en Canadá, otro claro recordatorio de los impactos del cambio climático», dijo Biden en un comunicado.
«Si desea saber cómo será el cambio climático, este mes en particular es bastante típico de lo que puede esperar», dijo Brian Wiens al respecto.
Los grupos ambientalistas también llamaron rápidamente la atención sobre el cambio climático, que está creando condiciones más cálidas y secas que aumentan el riesgo y la extensión de los incendios forestales.
Y aunque es parte de América del Norte la que se está viendo afectada directamente por ellos, las trazas de los incendios forestales en Canadá se extienden más allá: esta semana se detectó humo a miles de millas de distancia, en Noruega, según advirtió este viernes el Instituto de Investigación Climática y Ambiental NILU del país escandinavo. BBC Mundo