Ayer dimitieron 17 de los 35 miembros de la dirección federal de la organización
El secretario general del Partido Socialista Obrero Español, Pedro Sánchez, decidió seguir en el cargo a pesar de la renuncia de 17 de los 35 miembros de la dirección federal de la organización, por diferencias con sus decisiones sobre la crisis de gobierno en España.
Esta es una de las situaciones más fuerte vivida por los socialistas a un mes de que se convoque a terceras elecciones generales si los partidos no logran antes consenso para escoger a un jefe de gobierno.
Sánchez hizo saber, por medio de su mano derecha César Luena, que no dimitirá y que hoy reunirá lo que queda del directorio para convocar un Comité Federal que fije la fecha de un congreso extraordinario y la elección de un nuevo líder. «No caben atajos, ni artimañas, ni golpes», dijo Sánchez, de 44 años de edad.
Ximo Puig, presidente de la región de Valencia y uno de los que renunció a la directiva de la organización, respondió: “Lo que le digo a Sánchez es que si la mayoría de mi ejecutivo no estuviera conmigo, ya no estaría en el cargo».
Presión interna. Contra la opinión de una parte del PSOE, Sánchez insiste en que quiere tratar de formar un gobierno alternativo al de Mariano Rajoy, presidente del gobierno en funciones desde diciembre y líder del Partido Popular.
Los conservadores acusan a Sánchez de mantener con su inamovible «no» a Rajoy un bloqueo político que ha paralizado España por más de nueves meses, y amenaza con llevar al país a terceras elecciones generales en un año.
Sánchez tenía ya en su contra a un buen puñado de diputados socialistas y a seis de los siete presidentes regionales de su partido, entre ellos la más influyente, la andaluza Susana Díaz.
El gobierno alternativo defendido por Sánchez lo obligaría a obtener el apoyo de su gran rival en la izquierda española, el partido Podemos y de los nacionalistas catalanes, quienes piden un referéndum de independencia, lo que es inaceptable para el PSOE.
Algunos dirigentes socialistas temen que si se alían con Podemos se vean superados por la izquierda en las eventuales decisiones de gobierno.
Los críticos le pidieron a Sánchez que se resigne y le reprochan, sobre todo, que el partido haya cosechado los peores resultados de su historia en las dos últimas elecciones generales en diciembre y junio pasado.
La presión sobre Sánchez se incrementó ayer con la intervención del ex presidente socialista Felipe González, quien afirmó que se sentía frustrado por la actitud del actual secretario general de contribuir al bloqueo institucional que puede llevar al país a otro proceso electoral.
Podemos rechaza golpe
El secretario general del Partido Podemos, Pablo Iglesias, calificó de maniobra la decisión de los 17 directivos del Partido Socialista Obrero Español contra Pedro Sánchez, al que le ha pedido con insistencia encabezar una coalición de izquierdas que Iglesias define como el gobierno del cambio. «Tengo muchas diferencias con Sánchez, pero pretender hacer caer a un secretario general, elegido por las bases, con dimisiones es un fraude», escribió el líder de Podemos en su cuenta de Twitter. Su jefa de gabinete, Irene Montero, agregó que este golpe sitúa a España mucho más cerca de un gobierno liderado por el Partido Popular.
EFE/AFP