El gobierno de Costa Rica informó que a partir de este viernes corre un plazo de 60 días para que salgan del país los tres diplomáticos de la Embajada de Venezuela en San José nombrados por Nicolás Maduro, a quien el país centroamericano no reconoce como gobernante.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Costa Rica remitió hoy una nota diplomática, cuyo contenido completo no divulgó, en el que establece el plazo de 60 días amparado en la Convención de Viena sobre relaciones diplomáticas.
Los funcionarios que deben salir de Costa Rica son el ministro consejero Nabil Mora, la segunda secretaria Angélica Ramírez, y la agregada diplomática Nelly de la Mata Ovalles.
El último embajador nombrado por Maduro en Costa Rica fue Jesús Javier Arias Fuenmayor, quien ejercía el cargo desde 2014, pero quien al parecer desde hace un tiempo no está ejerciendo.
El plazo para la salida de los diplomáticos venezolanos fue anunciado el jueves por el presidente de Costa Rica, Carlos Alvarado, pero no fue hasta este viernes que la Cancillería notificó oficialmente de cuánto tiempo se trata.
Costa Rica reconoce como presidente interino a Juan Guaidó y desconoce el segundo mandato de Maduro, pues considera que no hubo elecciones libres ni transparentes.
Además, el pasado miércoles presentó sus cartas credenciales a Alvarado la embajadora venezolana designada por Guaidó, María Faría.
«Ella es la persona reconocida por Costa Rica, ningún otro tiene el reconocimiento oficial», declaró el gobernante costarricense el jueves.
Alvarado enfatizó que Costa Rica aboga por una salida democrática a la crisis política que vive Venezuela, mediante elecciones transparentes. Así lo ha expuesto en el Grupo de Lima y en el Grupo de Contacto impulsado por la Unión Europea.
El mandatario también señaló que su país no apoyará una intervención militar de ninguna índole en Venezuela.
El gobierno de Costa Rica no envió representación a la toma de posesión de Maduro el pasado 10 de enero y al día siguiente envió una nota diplomática a Venezuela en la que reiteró que no le reconoce como mandatario a partir de esa fecha.
En esa nota, Costa Rica ratificó su «inequívoca y firme condena» a la ruptura del orden constitucional en ese país.