En un inédito empate técnico en Uruguay con una mínima ventaja para del centroderechista Luis Lacalle Pou, la Corte Electoral realizará esta semana el recuento de votos para determinar al ganador de las elecciones presidenciales.
El recuento o “escrutinio secundario”, norma en los comicios uruguayos, comenzará mañana martes y puede durar dos o tres días, y se convierte en definitorio de la elección.
Escrutadas el 100 por ciento de las mesas, Lacalle Pou logró imponerse por una ventaja de 28.666 votos, lo que equivale al 1.2 por ciento del electorado.
El candidato del Partido Nacional alcanzó el 48.71 por ciento del electorado (1.168.019 votos) mientras que su oponente del Frente Amplio, Daniel Martínez llegó al 47.51 por ciento (1.139.353 votos). Además, hubo 1.54 por cientos de votos en blanco (36.996) y 2.24 anulados (53.619).
“La Corte Electoral no va a dar un ganador esta noche”, explicó ayer el presidente del organismo, José Arocena. La razón es que existe un cúmulo de votos “dudosos que superan en cantidad a la diferencia de sufragios emitidos para cada candidato”.
El presidente de la Corte Electoral, José Arocena, explicó que «si hubiera habido 8 o 10 mil votos de diferencia por encima del voto observado, se podría haber dado un ganador», pero como no fue el caso los candidatos deberán esperar el conteo definitivo. De todas formas, Luis Lacalle Pou tiene el triunfo prácticamente en sus manos. Su rival del Frente Amplio debería quedarse con el 90% de los observados para revertir el resultado, algo que parece difícil.
La diferencia más pequeña de la esperada significaba que el resultado oficial podría demorarse hasta el jueves o viernes de la semana próxima, dijo Arocena.
A partir de este martes 26 de noviembre, la Corte Electoral deberá contar voto por voto, en especial, los llamados sufragios observados, que son el 1.45 por ciento es decir 35.229 votos, lo suficiente para dar vuelta el resultado; y los sufragios anulados.
La diferencia entre los dos candidatos es de unos 30.000 sufragios, por lo que será determinante el recuento de los llamados votos “observados”, que se producen cuando los electores sufragan en circuitos que no les corresponden o no figuran en el padrón, en este caso unas 35.000 papeletas
La ley 13.882 de 1970 establece en su artículo quinto que en estos casos la persona podrá emitir su voto, pero la Corte deberá reinscribirla en el padrón de votantes para que su papeleta sea contabilizada como válida.
Según la consultora Enia, que analiza las estadísticas de la votación, Martínez necesita adjudicarse el 91% de los votos observados.
No obstante, los delegados de los partidos que asistan a los conteos departamentales podrán pedir al organismo electoral que se considere válido un voto que fue anulado por alguna anomalía, como una papeleta en mal estado, por ejemplo, reseña la agencia de noticias AFP.
La Corte inicia mañana la tarea del recuento de votos para ver cuántos de esos observados son hábiles o no y a cuál de las dos candidaturas se suma.
Por ello hasta el jueves o el viernes no dará el nombre del presidente electo para el período ejecutivo 2020-2025.