Correa sube impuestos y obliga a dar aportes salariales por crisis tras sismo

El Gobierno de Ecuador adoptará “medidas excepcionales” en busca de fondos para atender la emergencia suscitada por el terremoto de magnitud 7,8 que sacudió el pasado sábado la costa norte del país y que ha dejado medio millar de muertos y más de cinco mil heridos.

El presidente de Ecuador, Rafael Correa, aseguró que para la reconstrucción de las zonas afectadas, algunas con hasta el 85 % de destrucción en la infraestructura, se requerirán millones de dólares y más tarde, en un mensaje a la nación, anunció aumentos impositivos y contribuciones con esa finalidad.

Dijo que se establecerá una contribución de 2 puntos adicionales en el impuesto al valor añadido (IVA) durante un año y otra, por una sola vez, del 3 % sobre utilidades, así como una más, del 0,9 % “sobre personas naturales con patrimonio mayor a un millón de dólares”.

También anunció que se establece el aporte de un día de sueldo para quienes ganan más de 1.000 dólares mensuales.

“Si se gana 1.000 se contribuirá un día, tan solo un mes, si se gana 2.000, un día durante dos meses, hasta quienes ganamos más de 5.000 que contribuiremos un día durante cinco meses”, explicó el mandatario.

Aunque indicó que datos definitivos de los costes de la catástrofe se conocerán en seis semanas, señaló que intuye, “a ojo de buen cubero”, que podrían ser de alrededor de 3.000 millones de dólares.

“Si estoy en lo cierto, esto significa cerca de tres puntos de pérdida del PIB”, comentó en una reunión con periodistas en Quito.

Subrayó que “habrá que tomar, obviamente, medidas temporales frente a la magnitud y lo inesperado de este gasto” pues un desastre como el ocurrido el sábado afectaría “hasta al país más rico del mundo”.

El gobernante adelantó que se analiza la “posibilidad de colocar bonos en el mercado internacional” y que han planificado otras medidas y recordó que el parlamento analiza una reforma tributaria que envió días atrás el Ejecutivo.

“Entonces, vamos a tener que tomar medidas excepcionales para generar algo de fondos y atender la emergencia”, comentó.

El gobernante explicó que hay líneas de contingencia con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Banco Mundial (BM) y el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF) por lo que tienen disponibles 600 millones de dólares “para el corto plazo, que pueden aumentar en el mediano plazo”.

Sostuvo que hay lugares que se deben reconstruir en su totalidad, que hay edificaciones que se deben derribar y apostar por una nueva planificación urbana.

“Hemos llorado a nuestras víctimas y hay que seguirlas llorando, pero, insisto, que esas lágrimas fertilicen el suelo del futuro”, agregó al tiempo de agradecer la solidaridad nacional y la internacional.

Consideró que “la mejor” solidaridad internacional puede ser que visiten Ecuador “hoy más que nunca”.

“El turismo no se puede ver afectado, tenemos un impacto muy focalizado, pero el resto de playas de Santa Elena, Guayas, El Oro, están igual de bellas que siempre; Quito, Cuenca, nuestra Amazonía, Galápagos, nuestros parques nacionales, nuestras bellezas naturales”, enumeró.

A la comunidad internacional le agradeció la ayuda enviada, materializada, entre otros, en vituallas y equipos especializados, entre los que figuran 1.073 rescatistas, que se sumaron a los 600 nacionales.

Agradeció, entre otros a Colombia, Cuba, España y México que enviaron rescatistas y afirmó que un equipo traído por los profesionales mexicanos ayudó a encontrar con vida a seis personas que estaban atrapadas entre los escombros.

El gobernante aseguró que en la zona de desastre está garantizada la atención sanitaria pese a que, entre otros, colapsaron tres hospitales, el de la Seguridad Social, en Manta, y dos del Ministerio de Salud, uno en Chone y otro en Bahía de Caráquez.

Insistió en que al momento, requieren baterías sanitarias para los campamentos que se deben levantar para ubicar a los damnificados mientras se reconstruyen las ciudades, un proceso que tomará varios años.

“Este no es un problema de tres días, de tres semanas, de tres meses, esto va a ser un problema de años”, dijo Correa al insistir en que el país afronta “la peor emergencia de los últimos setenta años.

El mandatario, que en días anteriores recorrió las zonas del desastre, opinó que ha habido en la zona problemas por la “mala calidad de las construcciones, sobre todo hoteles de cinco pisos sin las vigas necesarias, centros comerciales donde falleció mucha gente”. EFE