El líder norcoreano, Kim Jong Un, supervisó las pruebas de un “arma táctica ultramoderna de nuevo desarrollo”, informó este viernes la prensa estatal de Pyongyang, en un momento en que las conversaciones sobre la desnuclearización de la península parecen en punto muerto.
Es la primera información oficial de una prueba armamentística de Corea del Norte desde hace casi un año, cuando Pyongyang se comprometió con un proceso diplomático con Estados Unidos por su programa nuclear y de misiles.
Kin Jong Un “visitó el terreno de prueba de la Academia de Ciencias de Defensa y supervisó un ensayo de un arma táctica ultramoderna de nuevo desarrollo”, dijo la agencia de prensa oficial norcoreana, KCNA.
La prueba fue exitosa, según la agencia, que no especificó de qué tipo de artefacto se trató.
La suspensión por parte de Pyongyang de las pruebas de armas nucleares y misiles balísticos resultó clave para los veloces avances diplomáticos logrados este año en las negociaciones entre Corea del Norte y Estados Unidos, y fue elogiada en varias ocasiones por el presidente Donald Trump.
Trump y Kim se reunieron en una cumbre histórica en Singapur en junio, donde firmaron un vago documento sobre la desnuclearización de la península.
Horas después del reporte de KCNA, el Departamento de Estado afirmó “mantener la confianza” en que el proceso sigue en marcha.
“En la cumbre de Singapur, el presidente Trump y Kim hicieron una serie de compromisos con respecto a una desnuclearización definitiva y completamente verificada”, dijo el Departamento de Estado en un comunicado.
“Estamos hablando con los norcoreanos sobre la implementación de esos compromisos. Mantenemos la confianza en que las promesas realizadas por el presidente Trump y el presidente Kim se cumplirán”, agregó.
Desde la cumbre de Singapur los avances se quedaron estancados y Washington y Pyongyang no se ponen de acuerdo en el significado del documento. Un regreso de las pruebas plantearía dudas sobre el futuro del proceso.
El uso de la palabra “tácticas” en la información de KCNA sugiere que no estuvieron implicados misiles balísticos de largo alcance ni dispositivos nucleares, y por el momento no había indicaciones de que el Sur hubiera detectado dichas pruebas.
La paciencia “se está acabando”
Kim expresó su “gran satisfacción” y dijo que el test supone “un giro decisivo para apoyar la capacidad de combate” del ejército del Norte, según KCNA.
El “arma arma táctica ultramoderna” fue desarrollada durante un largo periodo y su “gran éxito sirve como otra notable demostración de la validez de la política del Partido de priorizar la ciencia y la tecnología de defensa y el rápido desarrollo de la capacidad defensiva”, añadió.
En 2017, Corea del Norte anunció haber realizado su mayor ensayo nuclear hasta la fecha y disponer de cohetes capaces de alcanzar todo el territorio continental estadounidense.
Poco después, Kim dijo que se había concluido el desarrollo de su arsenal nuclear, que Pyongyang asegura necesitar ante una posible invasión de Estados Unidos.
Pero los Juegos Olímpicos de Invierno en Corea del Sur motivaron un acercamiento diplomático en la península, favoreciendo la cumbre Trump-Kim en Singapur y otros tres encuentros entre el líder norcoreano y el presidente surcoreano, Moon Jae-in.
Está previsto que este año se produzca una nueva reunión entre Kim y Trump.
No obstante, Pyongyang reclama que se rebajen las sanciones de las que es objeto por sus programas armamentísticos. Washington insiste en que las medidas deberían mantenerse vigentes hasta la desnuclearización “final y completamente verificada” del Norte.
Según el profesor Yang Moo-jin de la Universidad de Estudios de Corea del Norte en Seúl, esta prueba fue “una señal para Estados Unidos enviada antes de conversaciones de alto nivel de que su paciencia también se está acabando”, dijo a la AFP.
Después de la cumbre de Singapur, Trump anunció la suspensión de sus ejercicios militares conjuntos con el Sur, un aliado de Washington, y los consideró “provocativos”, en línea con las denuncias del Norte.
Pero a principios de mes los dos aliados retomaron un ensayo a pequeña escala, motivando críticas en la prensa norcoreana.