La autopsia del cuerpo de Desirée Mariottini fue contundente: murió de un paro cardiorespiratorio producto de la falta de atención médica. El estudio concluyó que habría sobrevivido si se llamaba al 118, el número de emergencias en Roma. Con una ambulancia a tiempo, la adolescente estaría viva.
El peritaje sobre los restos de Desirée confirmó lo que se sospechaba hace días: la indiferencia de los que estaban en ese edificio tomado terminaron de asesinar a la joven que permaneció tendida en una improvisada cama sucia durante más de 10 horas. Durante ese tiempo, primero la drogaron lo suficiente como para que perdiera la conciencia, y luego la violaron un grupo indeterminado de hombres.
La autopsia del cuerpo de Desirée Mariottini fue contundente: murió de un paro cardiorespiratorio producto de la falta de atención médica. El estudio concluyó que habría sobrevivido si se llamaba al 118, el número de emergencias en Roma. Con una ambulancia a tiempo, la adolescente estaría viva.
El peritaje sobre los restos de Desirée confirmó lo que se sospechaba hace días: la indiferencia de los que estaban en ese edificio tomado terminaron de asesinar a la joven que permaneció tendida en una improvisada cama sucia durante más de 10 horas. Durante ese tiempo, primero la drogaron lo suficiente como para que perdiera la conciencia, y luego la violaron un grupo indeterminado de hombres.
Además, cuando finalmente alguien dio el aviso de alerta y los servicios de emergencia llegaron al lugar, el portón de entrada fue cerrado con un candado y los médicos tuvieron que esperar que la policía les abriera paso. Todo ese tiempo perdido, la dejó sin vida a Desirée.
La información de la autopsia se vuelve aún más estremecedor a la luz del informe policial del episodio difundido por el diario italiano Corriere Della Sera: mientras Desiré agonizaba, había varias personas en el edificio ocupado. «La vieron, la tocaron, la desvistieron y la vistieron. Pero nadie hizo nada para salvarla. Cuatro eran mujeres, dos italianas», detalla el medio.
Hasta el momento, son cuatro los arrestados por el brutal crimen. Los primeros dos son senegaleses de 26 y 43 años sin documentos legales para residir en Italia. Luego cayó un tercer sospechoso, un nigeriano de 46 con permiso de residencia en la capital italiana por motivos humanitarios, informaron fuentes del Ministerio de Interior. Y por último, un gambiano, localizado por la policía en la ciudad de Foggia, en la región de Apulia (sur), en las proximidades de un centro para inmigrantes, presuntamente huyendo de Roma al saberse perseguido.