En Chile, un grupo de 96 migrantes venezolanos emprendieron una nueva vida lejos de la situación actual en su país. Ahora ponen todo su empeño para lograr un mejor servicio en el Metro de Santiago.
Los venezolanos representan el 78% de los extranjeros en la compañía. Entre los migrantes se encuentra María Alejandra Alcalá, quien llegó a Chile en octubre de 2017 y ese mismo año fue contratada en el Metro de Santiago. reseñó Contexto Diario.
Trabajó en el Metro de Maracaibo, estado Zulia, y contó que la crisis no le permitía trabajar de forma adecuada en el subterráneo: “varios días a la semana se cortaba la luz o incluso no había agua”.
Por su parte, Andreína Rengel (34) llegó hace cinco años a Chile y fue la primera caraqueña que ingresó en la empresa. Trabaja en la gerencia de personal. Al igual que su compañera, la situación de su país la llevó a emigrar.
Dijo que en Venezuela tenía temor: “El panorama no pintaba como positivo. Sufrí cinco asaltos”, comentó.
Extrañar el clima, la comida, y el trato, no han sido impedimentos para que estos venezolanos se adapten y en el ámbito laboral les resulta más simple la integración.
Según el Departamento de Extranjería de Chile, la población venezolana alcanza las 134.390 personas, muchas de las cuales salieron buscando opciones laborales ante la crítica situación que atraviesa el país caribeño.