El sacerdote Maurilio Paulino Villafana Morales (53) de la provincia de Huaylas (Perú), fue sentenciado a cadena perpetua el miércoles, luego de ser encontrado culpable de abusar sexualmente de una menor de edad.
Los deplorables hechos ocurrieron en el interior de la iglesia desde 2014, cuando la niña apenas tenía nueve años, sin embargo, el depravado párroco continuó aprovechándose de ella en reiteradas oportunidades hasta el mes de abril de 2019.
Luego de cinco largos años, la niña reveló a sus padres el tormentoso periodo que le tocó sufrir en la casa parroquial. Cuatro años de lucha después, la familia por fin obtuvo justicia.
Por su parte, el Poder Judicial dispuso a las autoridades policiales la ubicación y captura de Villafana Morales para ser trasladado al penal de Huaraz. Actualmente, se encuentra prófugo de la justicia bajo mandato de comparecencia con restricciones.
El aberrado deberá pagar una reparación civil de 6.000 soles (unos 1.600 dólares) a la víctima, cuya identidad se mantiene en reserva.
La sentencia también dispuso que este sacerdote que abusó de una niña quede inhabilitado para ingresar o reingresar al servicio docente o administrativo en instituciones de educación básica o superior, pública o privada, o en todo órgano dedicado a la educación, capacitación, formación, resocialización o rehabilitación.