El Tribunal de la Corona de Swansea (Gales, Reino Unido) impuso este miércoles su condena a Ian Geoffrey Philips, de 62 años, acusado de haber violado a cuatro menores durante más de una década, cuando era todavía un adolescente, informa la prensa local.
Según se reporta, el primero de los 14 episodios de abuso recogidos por la corte tuvo lugar a finales de los años 1960, cuando Phillips tenía 10 u 11 años. La última vez que cometió un crimen de este tipo fue a principios de la década de 1980, teniendo ya más de 20 años.
Por lo menos en una ocasión violó a una chica menor de cinco años y en otro caso compró el silencio de una víctima con una lata de cola.
Las abusadas sufren todavía hoy las consecuencias de aquellos ataques. Así, las tres mujeres que testificaron ante el tribunal afirmaron que la traumática experiencia ha afectado sus relaciones sexuales en la adultez, y una de ellas, además, resaltó que se había sentido «sucia, repugnante y usada».
Por su parte, el defensor de Phillips, David Leathley, alegó que el abusador, aunque actuó de una manera «vil y desviada» durante su adolescencia, había rechazado tal conducta y vivido «una vida ejemplar» en los últimos 40 años.
«Pudo curarse a sí mismo», afirmó el abogado.
Pese a tal alegato, el juez, Christopher Vosper, determinó que el violador debe pasar 18 años en prisión y figurar de por vida en el registro de agresores sexuales.