Una caravana de vehículos con más de un centenar de personas y un «baby Trump» a la cabeza despidieron en Miami este viernes al presidente de Estados Unidos a su paso por las calles de la ciudad y lo invitaron a que «deje de deportar venezolanos y cubanos».
«No entiendo cómo algunos de nuestros hermanos cubanos y venezolanos no pueden ver que Donald Trump está deportando a cubanos y venezolanos de una manera desproporcionada, a países donde hay tiranía y opresión», dijo a Efe Chris Wills, uno de los organizadores de la protesta.
El manifestante que se disfrazó de un Donald Trump bebé y en pañales fue quien captó todas las miradas, a medida que la gente se congregó en la Pequeña Habana, uno de los barrios con el mayor número de vecinos hispanos de Miami.
El presidente se desplazó este viernes al sur de Florida, dónde sostuvo una reunión informativa en la sede del Comando Sur de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos sobre la lucha antidrogas.
Poco después visitó un templo hispano en el Doral, ciudad aledaña a Miami, dónde se reunió con miembros de las comunidades venezolana y cubana.
La caravana con el «baby Trump» concluyó en esta misma ciudad después de pasar frente al complejo hotelero del Doral que lleva el nombre del presidente estadounidense.
Bajo consignas como «no más Trump» o «abajo Trump», los manifestantes, que enarbolaron banderas cubanas, venezolanas y argentinas, protestaron por la «mala gestión» gubernamental y los más de 130.000 fallecidos contabilizados desde principios de marzo, durante la pandemia de COVID-19.
Wills, quien afirmó haber sido miembro del partido republicano antes de que Trump llegase al poder, aseguró que la visita del presidente a Florida se produce porque el estado será un lugar fundamental en las próximas elecciones presidenciales de noviembre y animó a los ciudadanos a votar.
Lucha por su reelección
«Trump ha venido a la Florida en medio de la pandemia porque él sabe que si pierde aquí, su reelección se ha terminado», reiteró.
Wills, que es de origen cubano y venezolano, explicó que el evento se organizó en apenas 48 horas.
La comunidad, dijo, ha respondido con un “no al odio” que el presidente ha venido infundiendo a las comunidades latinas “desde el primer día de su mandato”.
El presidente culmina su visita al sur de la Florida esta noche después de celebrar una cena privada en Hillsboro Beach, una pequeña ciudad del condado de Broward a unos 60 kilómetros al norte de Miami, con el objetivo de recaudar fondos para su campaña . EFE