El juicio del exproductor de Hollywood Harvey Weinstein por delitos sexuales comenzó este lunes en Nueva York, dos años después del escándalo que dio nacimiento al movimiento #MeToo y que tumbó a decenas de hombres poderosos.
El antes todopoderoso productor de cine independiente, de 67 años, llegó a la corte vestido con un traje oscuro y utilizando un andador tras ser sometido a una reciente cirugía de espalda debido a un accidente de automóvil que sufrió en agosto. Lucía pálido y débil.
Weinstein enfrenta una pena máxima de cadena perpetua si es hallado culpable por un jurado popular tras el proceso, que debe durar de seis a ocho semanas.
La audiencia presidida el lunes por el juez James Burke duró una hora y cuarto y definió aspectos logísticos del juicio.
La primera batalla será la selección del jurado, que comenzará este martes y puede durar hasta dos semanas.
Durante la audiencia, la fiscalía pidió al juez que ordene a la abogada de la defensa Donna Rotunno no hablar del proceso fuera del tribunal.
«Las mujeres ya han sido suficientemente degradadas», dijo la fiscal Joan Illuzi-Orbon, acusando a Rotunno de sugerir que como muchas son actrices, están actuando cuando denuncian los abusos.
Rotunno aseguró que no hizo nada indebido y fustigó a la fiscal por decir que su cliente era un «depredador» en la audiencia de este lunes.
«Llama depredador a mi cliente y luego tiene el tupé de decirme que no puedo hablar del caso. Es abominable», dijo Rotunno.
Casi 90 mujeres, incluidas las famosas actrices Angelina Jolie y Gwyneth Paltrow, le han denunciado por acoso, agresión sexual o violación desde que el diario The New York Times reveló varias acusaciones en su contra el 5 de octubre de 2017.
Pero Weinstein es juzgado en la Suprema Corte de Nueva York -la corte estatal- solamente por agresiones contra dos mujeres, ya que los demás delitos han prescrito.
Una de las acusadoras es la exasistente de producción Mimi Haleyi. Asegura que el productor de «Pulp Fiction» le practicó sexo oral contra su voluntad en el apartamento de éste en Nueva York en julio de 2006.
La segunda acusadora permanece en el anonimato. Afirma que Weinstein, cofundador de la productora Miramax Films, la violó en una habitación de hotel de Nueva York en marzo de 2013.
La acusación fue modificada en agosto para incluir el testimonio de la actriz de «Los Soprano» Annabella Sciorra, quien asegura que fue violada por Weinstein en el invierno de 1993-94.
Los fiscales esperan que su relato ayude a convencer al jurado de que Weinstein es un depredador sexual en serie.
Si es hallado culpable por el jurado y recibe una pena de cárcel será un hito para el movimiento #MeToo, que lucha contra el abuso sexual y de poder en Hollywood y otras industrias, como el periodismo, la gastronomía o la música.
El único otro juicio penal en el horizonte es el del cantante de R&B R. Kelly, que fue acusado el año pasado de varios ataques sexuales contra jovencitas, aunque las denuncias de mala conducta sexual le persiguen desde hace mucho más tiempo.
El comediante estadounidense Bill Cosby fue sentenciado a tres años de cárcel como mínimo por agresión sexual en septiembre de 2018. Su proceso penal comenzó a fines de 2015, dos años antes del escándalo Weinstein.
– Un juicio clave –
Desde que surgió el movimiento tras el tsunami de acusaciones contra Weinstein, casi todos los hombres que fueron acusados y perdieron sus puestos de trabajo han evitado procesos penales.
Una quincena de mujeres que denunciaron a Weinstein, incluidas las actrices Rosanna Arquette y Rose McGowan, ofrecieron este lunes una conferencia de prensa frente a la corte, vestidas de rojo y con carteles que decían «Justicia para las sobrevivientes» o «Vergüenza».
«Se acabó el tiempo, Time’s Up. Se acabó el tiempo del acoso sexual en el trabajo, se acabó el tiempo de echarle la culpa a las sobrevivientes, se acabó el tiempo de las disculpas vacías sin consecuencias y de la cultura generalizada del silencio que ha permitido actuar a abusadores como Weinstein», sostuvo Arquette.
«Espero que (Weinstein) vaya a la cárcel hasta el final de sus días», dijo a la AFP otra manifestante, Sarah Ann Masse, quien afirmó haber sido agredida por el exproductor cuando éste la entrevistó en 2008 para un cargo de niñera para sus hijos.
Weinstein insiste en que todas sus relaciones sexuales fueron consensuadas. No es probable que declare en su propio juicio.
La fiscalía llamará al estrado a otras tres presuntas víctimas de Weinstein, incluida una mujer que asegura que fue violada por él en California en 2013. Se desconocen detalles de las otras dos acusaciones.
En una entrevista por correo electrónico con CNN, publicada el sábado, Weinstein sugirió que quizás pueda reconstruir su carrera en la industria del cine si es absuelto.
«Si puedo regresar y hacer algo bueno y construir lugares que ayuden a sanar y que ofrezcan confort a otros, pienso hacerlo», escribió.