Ricardo Jiménez, jefe del Estado Mayor colombiano, aseguró este sábado que la muerte de Walter Patricio Arizala, alias «Guacho», cabecilla de un grupo disidente de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), mejorará, a su juicio, la situación en el sur de Nariño, sector fronterizo con Ecuador.
«Es uno de los pasos. Sabemos que detrás de ese negocio (del narcotráfico) hay muchas personas pero creo que con este resultado operacional la situación seguramente va a cambiar positivamente en el departamento de Nariño», dijo el general Jiménez a periodistas.
«Guacho», que fue ultimado la noche de este viernes en una operación militar, lideraba un grupo disidente de las FARC en Tumaco, un extenso municipio fronterizo con Ecuador que tiene el mayor número de hectáreas de coca sembradas de Colombia.
Estaba considerado como el responsable del secuestro y asesinato de un equipo periodístico del diario El Comercio de Quito, compuesto por el redactor Javier Ortega, el fotógrafo Paúl Rivas y el conductor Efraín Segarra.
Además, estaba acusado de enviar toneladas de cocaína hacia Centroamérica y Estados Unidos y era uno de los criminales más buscados en Colombia y Ecuador, cuyos gobiernos ofrecían hasta 700 millones de pesos (unos 215.000 dólares) de recompensa por información sobre su ubicación.
El general Jiménez señaló que la muerte de «Guacho» muestra que en Colombia hay una fuerza pública profesional y dedicada que trabaja «día y noche a lo largo del país para lograr la tranquilidad».
Acotó que las personas que no se sometan a la justicia serán capturados o ultimados en el desarrollo de las operaciones militares.