Con varias decenas de militares y policías fueron tomados el domingo los alrededores del puente internacional Simón Bolívar, del lado de Colombia, tras los violentos incidentes ocurridos en medio del plan de entrega de ayuda humanitaria a Venezuela que dejaron casi tres centenares de heridos.
La toma del puente se dio horas después que Colombia extendió por dos días el cierre de los pasos fronterizos entre Venezuela y el departamento colombiano del Norte de Santander para atender los daños que sufrieron la víspera instalaciones gubernamentales.
El director general de Migración de Colombia, Christian Krüger, dijo en un comunicado que el cierre, que se inició el sábado para atender el plan de ayuda humanitaria de Venezuela, se mantendrá hasta la medianoche del lunes.
Del lado venezolano del puente Simón Bolívar fueros atravesados el domingo un pequeño camión cisterna y container para bloquear el paso.
Pese al cierre de los pasos fronterizos entre la ciudad colombiana de Cúcuta y la localidad venezolana de San Antonio del Táchira, desde el inicio de la jornada The Associated Press observó a decenas de personas que utilizaban las trochas cercanas al puente internacional para pasar de Venezuela hacia Colombia.
Entre las personas que pasaron por la trocha estaba una militar venezolana, vestida de traje verde oliva, que desertó junto con su hija en brazos y fue recibida por las autoridades colombianas.
Al menos 60 miembros de cuerpos de seguridad, incluidos militares y policías, desertaron la víspera de las fuerzas venezolanas y dieron su apoyo al jefe de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó, quien se declaró presidente encargado de Venezuela.
Las tensiones entre Venezuela y Colombia escalaron la víspera luego que el presidente Nicolás Maduro anunció una ruptura de relaciones políticas y diplomáticas con Bogotá y dio 24 horas a los diplomáticos colombianos para que abandonen el territorio venezolano.
“No podemos seguir soportando que se preste el territorio de Colombia para una agresión contra Venezuela”, dijo Maduro al justificar la decisión.
Con excepción de la atención consular y el trato a nivel de encargados de negocios, Bogotá congeló sus relaciones con Caracas desde mediados del 2018.
Ante el frustrado intento de la oposición para ingresar a Venezuela la ayuda humanitaria y la fuerte represión de las fuerzas militares que dejó varios centenares de heridos, Guaidó anunció la noche del sábado en su cuenta de Twitter que planteará a la comunidad internacional que “debemos tener abiertas todas las opciones para lograr la liberación de esta patria que lucha y seguirá luchando”, pero no ofreció detalles.
Guaidó dijo desde Cúcuta que se reunirá el lunes con el vicepresidente estadounidense Mike Pence en el marco de una convocatoria de emergencia de los cancilleres del Grupo de Lima, que reúne a 13 países latinoamericanos y a Canadá.
El líder opositor, que apareció acompañado del presidente colombiano Iván Duque y el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, declaró que en el encuentro se van a discutir posibles acciones diplomáticas y de cooperación para procurar la restitución de la democracia en Venezuela, reseña AP
EE.UU: Los días de Maduro “están contados”
El secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, expresó el domingo su confianza en que los días del presidente Nicolás Maduro en Venezuela “están contados”, tras los disturbios registrados el sábado cuando se intentó ingresar ayuda humanitaria al país caribeño.
“Las predicciones son difíciles. Elegir los días exactos es difícil”, señaló Pompeo en CNN. “Confío en que el pueblo venezolano garantizará que los días de Maduro están contados”, señaló.
Las declaraciones del jefe de la diplomacia estadounidense se produjeron un día después de que los esfuerzos de la oposición para que ingrese ayuda humanitaria fueran frenados en la frontera por las fuerzas venezolanas, que dispararon gases lacrimógenos y balas de goma.
Maduro, que prometió en un mitín en Caracas que no se doblegará, rompió relaciones con la vecina Colombia por auspiciar el operativo de entrega de ayuda humanitaria. “Estoy más duro que nunca, duro, de pie, gobernando nuestra patria ahora y por muchos años”, clamó.
Pompeo acusó a los miembros de los grupos armados leales a Maduro, conocidos como colectivos, de la mayor parte de la violencia en los cruces fronterizos.
“Esperamos que las fuerzas armadas recuperen su rol de proteger a sus ciudadanos de estas tragedias. Creo que pasarán cosas buenas“, apuntó.
El comando militar prometió lealtad absoluta a Maduro, pese a que algunos oficiales y soldados desertaron, respondiendo al llamado de la oposición a que cambien de bando.
Pompeo dijo que Estados Unidos, que junto a cincuentena de países, reconoce al líder opositor Juan Guaidó como presidente interino venezolano, sigue comprometido con la entrega de ayuda.
“Tenemos una misión particular, garantizar que el pueblo venezolano logre la democracia que tanto se merece y que los cubanos y los rusos, que han llevado a este país a la ruina durante años y años, no sigan ejerciendo su dominio“, apuntó.