La frontera entre Colombia y Venezuela está viviendo uno de los episodios más violentos de los últimos años, luego de que un grupo armado colombiano ingresara al vecino país de manera ilegal. La confrontación entre militares venezolanos y lo que parecen ser guerrilleros colombianos ha llevado a Bogotá a reforzar la frontera.
Tras los sucesos que tuvieron lugar el 20 de marzo, cuando la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) se enfrentaron a grupos armados colombianos que entraron de manera ilegal al país, el Ministerio de Defensa de Colombia dio la orden de enviar 2.000 soldados a lo largo del año para reforzar el Escuadrón Adelantado de Observación Fronteriza.
Emergencia humanitaria como preludio a una intervención internacional
El resultado directo de los enfrentamientos en Apure, estado ubicado al suroeste de Venezuela y limítrofe con Colombia, es que más de 4.700 personas se han visto obligadas a dejar sus hogares y cruzar el río Arauca, que divide a los dos países, para buscar refugio al otro lado de la frontera.
Las autoridades de la localidad han visto la llegada de un flujo migratorio importante en medio de la pandemia de COVID-19 que ha impuesto el cierre de la frontera.
«Hoy en Arauquita, estamos dando respuesta institucional. La prioridad es la atención humanitaria de la población que ha hecho ingreso al país para garantizarles condiciones dignas, salud y alimentación para su pronto retorno», señaló Etelivar Torres, alcalde de la localidad.
Sin embargo, en Arauquita han visto sus capacidades de atención de respuesta «colapsadas, nuestro sistema de salud también ha sido colapsado». Por lo que han realizado «un llamado urgente a los entes nacionales e internacionales para que nos apoyen con carpas, con colchones, con alimentos, con medicamentos, con kits de aseo», de acuerdo con Torres.
Este escenario de emergencia humanitaria junto con el aumento de tropas ha sido cuestionado por el Gobierno de Maduro, quien ve en esta situación la excusa perfecta para iniciar un ataque militar contra el país.
«Quieren escalar un ataque poderoso a la unidad militar, una masacre contra nuestra Fuerza Armada (que genere) una respuesta contundente y comience entonces una confrontación directa entre las fuerzas militares de Colombia y las fuerzas de Venezuela», señaló Maduro en una alocución.
Por su parte, el presidente del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), Diosdado Cabello, en una serie de tuits publicados desde la cuenta de su programa de radio y televisión Con el mazo dando llamó la atención sobre ciertas irregularidades del discurso del lado colombiano.
«Por supuesto que el Gobierno colombiano se plegó también a la matriz de ‘crisis humanitaria’ para solicitar intervención internacional del territorio venezolano. Resulta extraño que tenían habilitados 15 refugios en Arauquita, con carpas y comida en tiempo récord», se lee en uno de los tuits.
Además, Cabello también sostuvo que la velocidad de respuesta no se compagina con la atención que ha recibido la población del lugar en medio de la pandemia por el coronavirus.
«Extraño si tomamos en cuenta que el gobierno colombiano solo dispuso de 120 vacunas contra el COVID para una población de 260.000 habitantes del departamento de Arauca. Además, la zona occidental colombiana no fue atendida en los recientes estragos causados por las lluvias ¿Extraño, no?», señala otro de los tuits.
La lluvia de acusaciones no termina aquí, ya que el Gobierno de Iván Duque también ha manifestado que la situación actual responde a la decisión de Caracas de dar refugio a los guerrilleros, algo que el Gobierno de Maduro ha refutado en varias ocasiones.
¿De qué se le acusa al Gobierno de Maduro y cómo comenzó el problema en la frontera?
En un audio difundido por varios medios locales, Etelivar Torres explicó que los vecinos de la localidad se despertaron en la madrugada por el ruido de los disparos y detonaciones.
«Este domingo en la madrugada nos despertamos los habitantes del municipio de Arauquita con unas detonaciones que eran provenientes de la aviación venezolana. Hay información de (…) que hay un número importante de heridos y fallecidos», explicaba Torres en el audio enviado.
El presidente de Colombia, Iván Duque, ha denunciado en repetidas ocasiones que el Gobierno de Venezuela protege a grupos de la FARC, a quienes ha dejado ingresar en territorio venezolano para realizar actividades delictivas relacionadas con el narcotráfico.
Asimismo, el líder opositor y autonombrado presidente interino del país, Juan Guaidó, acusó al Gobierno de Nicolás Maduro de mentir sobre la situación irregular de Apure.
«Continúa la dictadura mintiendo sobre el ataque a la soberanía más grave perpetrado por las FARC en años», señaló el exdiputado.
Aparte de estas acusaciones, el ministro de Defensa colombiano, Diego Molano, ha dado a entender que el Gobierno venezolano en lugar de combatir a los grupos armados los protege.
«En Colombia nuestros soldados y policías combaten sin tregua a todas las organizaciones narcocriminales. Ni la narcotalia (como denomina el gobierno a la disidencia de las FARC que lidera alias Iván Márquez), ni el ELN, ni las disidencias tendrán padrino que los proteja», señaló el ministro.
La postura de Caracas y las acusaciones contra Colombia y EEUU
Nicolás Maduro ha señalado en diferentes ocasiones que existen planes gestándose desde la frontera colombiana para llevar a cabo un ataque armado e incluso una invasión para poner fin al Gobierno actual.
La situación que se representa actualmente en Apure sería parte de este mismo plan. Tras darse a conocer los sucesos del pasado 21 de marzo, Maduro acusó a Duque y al Comando Sur de Estados Unidos de apoyar a estos grupos armados que entraron de manera ilegal.
«Estos son grupos (…) que coordinan una estrategia de la oligarquía colombiana y el Comando Sur [de EEUU] para traer la guerra en la frontera con Venezuela contra la Fuerzas Armada y el pueblo de Venezuela», afirmó el mandatario.
Por su parte, el canciller venezolano, Jorge Arreaza, señaló que desde Colombia se protege a estos grupos militares, al contrario de lo que ellos mismos afirman.
«Veamos: la FANB enfrenta y expulsa de Venezuela a grupos irregulares armados colombianos. Huyen a Colombia. Nadie los detiene o enfrenta allá. Bogotá manda tropas militares al sitio. No los persiguen, ni capturan. Movilizan tropas para protegerlos. ¡Alerta! Que nadie se engañe», advirtió Arreaza, reseña sputniknews.com
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