El panorama en el condado de Los Angeles, en el sur de California, Estados Unidos, es sombrío: las autoridades sanitarias ordenaron que las ambulancias no transporten a los enfermos con pocas posibilidades de sobrevivir. Allí, los casos totales de Covid-19 se han duplicado en menos de dos meses, uno de los peores rebrotes en Estados Unidos.
Los pacientes con muy pocas posibilidades de sobrevivir en el condado de Los Angeles tendrán todavía menos oportunidades de seguir con vida a partir de ahora. El Servicio de Emergencias Médicas (SME por sus siglas en inglés) de Los Angeles, en Estados Unidos, ordenó a sus trabajadores que las ambulancias no transporten a estos pacientes a los hospitales como una medida de emergencia para lidiar con el colapso hospitalario que sufre la zona por la pandemia de Covid-19.
La situación es crítica: en menos dos meses, los casos totales de coronavirus registrados en el condado han pasado de 400.000, a finales de noviembre, a más de 800.000. La presión sobre los servicios de salud es tal que las autoridades han adoptado medidas extraordinarias para poder tratar a los enfermos con más posibilidades de sobrevivir.
Los suministros de oxígeno se encuentran bajo mínimos, por lo que el SME ordenó solo administrarlo a aquellos pacientes que presenten niveles de oxígeno en sangre inferiores al 90%.
Además, con el objetivo de mantener el máximo de ambulancias disponibles, los servicios de emergencia ya no trasladarán a los hospitales a las personas declaradas muertas en el lugar después de 20 minutos de reanimación.
This is likely to be the worst month of the pandemic in LA County. The surge from holiday gatherings is here and cases will increase due to parties and travelers returning to LA County. We must use the tools we have to prevent more suffering & death and protect frontline workers. pic.twitter.com/XOLD801oel
— LA Public Health (@lapublichealth) January 5, 2021
«Muchos hospitales han llegado al punto de crisis y están tomando decisiones muy duras sobre el cuidado de los pacientes», confirmó la doctora Christina Ghaly, directora de los servicios de salud del condado de Los Ángeles. «El volumen que vemos en los hospitales todavía representa los casos consecuencia de las vacaciones de Acción de Gracias. No creemos estar viendo todavía los casos de las vacaciones de Navidades», agregó en una rueda de prensa el 4 de enero.
Esto significa que el repunte de casos en la zona está todavía lejos de terminar, o que incluso podría empeorar en los próximos días y semanas.
Hospitales, sin camas para nuevos enfermos
En cifras del domingo, hay casi 7.900 pacientes positivos por Covid-19 hospitalizados en el condado, de los cuales 1.627 se encuentran en cuidados intensivos.
En términos prácticos, no hay camas disponibles para los nuevos enfermos. De hecho, las ambulancias deben esperar durante horas fuera del hospital antes de que el paciente que transportan pueda ingresar en el centro.
Varios hospitales han habilitado una zona de recepción fuera de sus puertas para cuidar a los pacientes antes de que sean ingresados, una medida solo permitida por las autoridades cuando todas las zonas de tratamiento en las salas de emergencia están ocupadas, incluidos los pasillos.
El gobernador de California, Gavin Newsom, anunció este lunes un plan para mejorar las reservas de oxígeno en todo el estado y así poder ayudar las zonas más afectadas por la emergencia sanitaria, como Los Angeles.
«Estamos evaluando toda la panoplia de apoyo de oxígeno y viendo cómo podemos flexibilizar y ampliar la distribución de estas unidades de oxígeno por todo el estado», afirmó Newsom. El político también aseguró estar ampliando el apoyo de oxígeno en las casas, para poder descargar a los hospitales de los pacientes que se encuentran estables.
El alcalde de Los Angeles, Eric Garcetti, resumió así la situación: «Enero será el mes más oscuro que pasaremos».