Cinco personas fueron detenidas durante enfrentamientos nocturnos entre manifestantes antigubernamentales y policías antidisturbios, tras una nueva protesta en Hong Kong, anunció la policía este lunes.
Hong Kong lleva semanas sumido en una profunda crisis política, desencadenada por un proyecto de ley que autoriza las extradiciones a China.
El proyecto fue suspendido, lo cual no sirvió para calmar el enfado, que se transformó en un movimiento más amplio para reclamar reformas democráticas y el fin de la erosión de las libertades, en este territorio semiautónomo que volvió a estar bajo control chino en 1997.
La noche del domingo estallaron nuevos actos de violencia en el barrio de Mongkok, en la parte continental de Hong Kong, tras una nueva manifestación destinada a mantener la presión sobre el gobierno local, favorable a Pekín.
Los enfrentamientos se produjeron después de una carga policial contra pequeños grupos de manifestantes con el rostro cubierto que se negaban a dispersarse.
En un comunicado, la policía declaró que los manifestantes participaban en una «concentración ilegal» y que habían sido advertidos de la inminencia de una acción de las fuerzas del orden.
«Algunos manifestantes opusieron resistencia y la policía detuvo a cinco personas por haber atacado a un agente y por obstaculizar la labor de las fuerzas del orden en el ejercicio de sus funciones».
Los manifestantes aseguran que los participantes en las protestas de Mongkok estaban volviendo a sus casas tranquilamente cuando los agentes antidisturbios les bloquearon el camino.
«Los hongkoneses se manifestaron pacíficamente contra la ley sobre las extradiciones y en consecuencia recibieron una paliza de la policía», escribió en Twitter Joshua Wong, uno de los líderes del movimiento prodemocrático de 2014 que acaba de salir de prisión.
Acompañó su tuit de una foto que muestra a dos personas con heridas en la cabeza. «Otro ejemplo del uso excesivo de la fuerza por parte de la policía».
Los manifestantes piden la anulación del proyecto de ley sobre la extradición, una investigación independiente sobre el uso de balas de goma por parte de la policía, una amnistía para las personas detenidas y la dimisión de la dirigente de Hong Kong, Carrie Lam.