China inauguró este miércoles el nuevo aeropuerto de Pekín, una infraestructura ultramoderna, coincidiendo con las celebraciones por todo lo alto del 70º aniversario de la creación del régimen comunista.
El presidente Xi Jinping en persona inauguró el aeropuerto, en forma de estrella de mar. El primer avión comercial, un Airbus A380 de la compañía China Southern Airlines con destino a Guangzhou (sur), despegó pocas horas después.
La inauguración de esta infraestructura con aires futuristas se enmarca en el proyecto del «sueño chino» de Xi Jinping y llega pocos días antes de la fiesta nacional del 1 de octubre, que estará marcado por un gran desfile civil y militar en el centro de Pekín.
El nuevo aeropuerto internacional de Daxing, situado a 46 kilómetros al sur de la capital, funcionará a pleno rendimiento en 2025, con 72 millones de pasajeros anuales, una cifra récord para una terminal única, según sus creadores.
En 2040, la infraestructura tendrá ocho pistas, una para uso militar, y podrá acoger hasta cien millones de pasajeros, lo que lo convertiría en el mayor aeropuerto del mundo en capacidad de acogida de viajeros.
El nuevo aeropuerto servirá además para aliviar al actual aeropuerto internacional Pekín-Capital, cuyas tres terminales están situadas al noreste de la ciudad de esta megalópolis de 21 millones de habitantes.
El aeropuerto actual, el segundo del mundo en número de pasajeros por detrás del aeropuerto de Atlanta, en Estados Unidos, está saturado con más de cien millones de pasajeros anuales.
El transporte aéreo está en pleno auge en China y según la Asociación Internacional de Transportes Aéreo (IATA) a mediados de la década de 2020 el gigante asiático superará a Estados Unidos como primer mercado aéreo del mundo.
En 2037, el país organizará 1.600 millones de viajes en avión al año, mil millones más que en 2017. Por otra parte la capital espera acoger a 170 millones de pasajeros en 2025 repartidos entre sus dos aeropuertos.
25 campos de fútbol
El nuevo edificio, de 700.000 m2, es según sus creadores la terminal aérea más grande del mundo. Fue ideada por la arquitecta anglo-iraní Zaha Hadid, fallecida en 2016, y por la filial de ingeniería de la compañía francesa Aéroports de Paris (ADP).
La terminal está cubierta con un techo de una superficie equivalente a 25 campos de fútbol e incluye una estación de metro y otra de tren de alta velocidad.
A diferencia de los aeropuertos tradicionales, el nuevo edificio se organiza en vertical, tanto para las salidas como para las llegadas.
De momento está prevista una línea de metro para llegar al centro de la ciudad en 20 minutos, aunque la conexión de éste con el aeropuerto existente, situado a 67 kilómetros de distancia, será más complicada.
El proyecto costó 120.000 millones de yuanes (unos 17.500 millones de dólares, 15.000 millones de euros) o 400.000 millones de yuanes, si se incluyen las conexiones por tren y carretera.
Dos de las tres grandes compañías aéreas chinas, China Eastern Airlines y China Southern Airlines, tienen previsto migrar a Daxing, mientras que Air China mantendrá la mayoría de sus vuelos en Pekín-Capital.
Por parte de las compañías extranjeras, British Airways y Finnair ya anunciaron que usarán la nueva infraestructura, igual que la compañía de Hong Kong, Cathay Pacific.
Según la televisión oficial CCTV, la alianza de compañías aéreas SkyTeam, que incluye a Delta, Air France y KLM, entre otros, se instalará en Daxing junto a sus socios chinos de Eastern Airlines.
Pero Delta y Air France indicaron a la AFP la semana pasada que todavía no habían tomado la decisión de cambiar de aeropuerto.
«Cambiar de aeropuerto es una decisión compleja para las compañías aéreas», dijo John Strickland, un especialista del transporte aéreo. «Las compañías prefieren esperar que el nuevo aeropuerto esté totalmente terminado antes de abandonar una infraestructura que conocen bien«, añadió.