Los ministros de Exteriores de Irán, Mohamad Yavad Zarif, y de China, Wang Yi, rubricaron este sábado 27 de marzo un acuerdo de cooperación estratégica en el ámbito económico y político con una duración de 25 años, que sella la relación de estos dos rivales de Estados Unidos.
El documento, del que por ahora no han trascendido detalles, fue firmado durante la visita a Teherán de Wang, quien se reunió, además de con su homólogo iraní, con el presidente, Hasan Rohaní.
A grandes rasgos, el pacto prevé inversiones chinas de alrededor de 400.000 millones de dólares en los sectores iraníes de la energía y las infraestructuras, a cambio de que Teherán garantice a Pekín un suministro estable de petróleo y gas a precios competitivos.
El Ministerio de Exteriores de Irán indicó en un comunicado que el documento «promoverá aún más la asociación estratégica integral entre Irán y China y creará prosperidad para las dos naciones».
Por su parte, Rohaní hizo hincapié hoy, durante su encuentro con Wang, en «la necesidad de acelerar la implementación de los acuerdos sobre importantes proyectos de infraestructura y desarrollo», según la página de la Presidencia iraní.
La opacidad en torno al convenio despertó cierta controversia el año pasado en Irán, cuando el Gobierno tuvo que dar explicaciones ante el Parlamento y asegurar que el acuerdo era en beneficio de los intereses de ambos países.
En las redes sociales circularon asimismo rumores de que Irán iba a «regalar» sus hidrocarburos a China e incluso alguna isla del golfo Pérsico, lo que fue negado por las autoridades.
Esta hoja de ruta comenzó a fraguarse con la visita en enero de 2016 a Teherán del presidente chino, Xi Jinping, durante la que se firmaron 17 acuerdos de cooperación en prácticamente casi todos los campos.
El presidente iraní dijo entonces que trataron «el aumento de nivel de cooperación bilateral en los próximos 10 años hasta llegar a los 600.000 millones de dólares».
La visita de Xi fue la primera visita de un jefe de Estado extranjero a Irán desde la entrada en vigor ese mes del acuerdo nuclear, que había sido firmado en julio de 2015 entre Teherán y seis grandes potencias, entre ellas China.
Pekín sigue defendiendo ese pacto nuclear, que se encuentra muy debilitado debido a la retirada unilateral del mismo en 2018 de EE.UU., que impuso duras sanciones económicas a Irán, y al incumplimiento posterior de Teherán de sus compromisos.
Al respecto, Rohaní agradeció hoy a Wang el apoyo de Pakín tanto al pacto como a Teherán frente al «unilateralismo» y las sanciones de EE.UU.
China era uno de los principales clientes del crudo iraní y, aunque ha seguido comprando a Irán mediante distintos métodos para sortear las sanciones estadounidenses, las exportaciones se han resentido considerablemente en estos años. EFE