El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de China, Geng Shuang, respondió este martes a las declaraciones del asesor de Seguridad Nacional del presidente de EE.UU., John Bolton,recordándole que las naciones latinoamericanas son países soberanos, capaces de decidir por su propia cuenta.
“América Latina no pertenece a ningún país y no es el patio trasero de nadie”, recalcó Geng, según cita la agencia RT en español.
A continuación el portavoz de la Cancillería china subrayó que su nación “siempre apoya el desarrollo de las relacionas amistosas con los países” de la región, entre ellos Venezuela.
En el contexto de la situación actual en ese país latinoamericano, Geng hizo hincapié en que solo el pueblo venezolano puede encontrar una salida a la crisis política que vive su nación estos días.
“La cuestión venezolana puede ser resuelta solo por el pueblo venezolano, la estabilidad en Venezuela redunda en interés del país, así como de la región”, reiteró.
De esta manera, China refuta las afirmaciones de John Bolton, quien a través de su cuenta en twitter dijo que que Washington “no tolerará potencias militares extranjeras hostiles” que impiden alcanzar “objetivos de democracia, seguridad y el Estado de derecho, compartidos en el hemisferio occidental”.
Por su parte, el canciller venezolano Jorge Arreaza, calificó como cínico que Washington trate de “interferir en los programas de cooperación técnica-militar entre Rusia y Venezuela”.
Recordó que el país norteamericano tiene un gran número de bases militares en todo el mundo, buena parte de las cuales se ubica en América Latina, y “un presupuesto militar creciente de más de 700 millardos de dólares”.
Este martes 25 de marzo, el canciller ruso Serguéi Lavrov y el secretario de Estado de EE.UU., Mike Pompeo, mantuvieron una conversación telefónica donde se discutieron temas relacionados con la situación de Venezuela.
En este diálogo, Lavrov destacó que los intentos de Washington de organizar un “golpe de Estado” en Venezuela y las amenazas contra su Gobierno legítimo “están violando la Carta de la ONU”. Agregó que ello constituye una “injerencia no disimulada” en los asuntos internos de un Estado soberano.