Chile se abstuvo de firmar el Pacto Mundial para la Migración porque choca con sus políticas migratorias, dirigidas a tener un ingreso ordenado al país y una convivencia segura de los extranjeros, afirmó este lunes el canciller.
El gobierno del derechista Sebastián Piñera decidió no suscribir el documento sobre migración que 160 países firmaron esta jornada en Marruecos, ya que compromete las normas migratorias adoptadas ante la masiva llegada de migrantes a este país en los últimos cuatro años.
“El texto discutido en Naciones Unidas choca con las normas de Chile para tener una migración segura, ordenada y regular. Hay una contradicción con nuestra política de migración”, afirmó Ampuero en rueda de prensa.
Horas más tarde, el presidente Piñera aseveró que los objetivos de este acuerdo “incentivan la migración irregular”, y que pese a no ser vinculantes “establecen nuevos deberes para el Estado de Chile y pueden perjudicar a nuestro país en eventuales juicios internacionales”.
Ampuero justificó la decisión porque este acuerdo no establece con total claridad la distinción “entre un migrante regular y otro irregular” y permite flexibilidades a los extranjeros para cambiar su estatus migratorio y “eso no nos convence como país
El canciller agregó que Chile “no va a adherir a nada que pueda ser usado en su contra y que atente contra nuestra soberanía”
El texto sobre migración de la ONU llamó a reforzar la cooperación internacional para una “migración segura, ordenada y regular”, hechos que, según Ampuero, Chile ya reconoce al estar adherido a otros acuerdos sobre derechos humanos y trabajadores migrantes también auspiciados por Naciones Unidas.
Desde 2014, la estabilidad social y económica de Chile atrajo a miles de migrantes principalmente de Haití, Venezuela, Colombia y República Dominicana. Según el gobierno, la población migrante supera el millón de personas.
Ante esta migración sin precedentes, el conservador Piñera inició un programa de ordenamiento migratorio al cual se acogió la mitad de los 300.000 extranjeros irregulares que se encontraban en Chile cuando asumió la presidencia en marzo pasado.
“Chile tiene las puertas abiertas hacia quienes quieren venir a trabajar, contribuir, integrarse a nuestra sociedad, pero tiene las puertas completamente cerradas hacia quienes buscan llegar a delinquir, a violar o a burlar sus leyes”, aseguró Ampuero.
En paralelo, el Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) presentó este lunes su informe anual de DDHH en el que recomendó al gobierno hacer “ajustes de políticas migratorias necesarios” para permitir a los extranjeros obtener visas de trabajo con mayor agilidad.
Cerca de 350 haitianos de los 160.000 que migraron a Chile retornaron a su país este año gracias a un plan de retorno implementado por el gobierno de Piñera.