Decenas de miles de turistas aguardan expectantes el eclipse total de sol que este martes sumirá en completa oscuridad una franja de 150 km del norte de Chile y el centro norte de Argentina, antes de perderse en el Atlántico.
Favorecido por los prístinos cielos del norte de Chile y la proliferación de observatorios en la capital mundial de la astronomía, este eclipse total se ha convertido en un fenómeno de masas, un siglo después de que otro fenómeno similar, ocurrido en Sobral en Brasil, permitiera a un grupo de científicos comprobar por primera vez la teoría de la relatividad de Albert Einstein y consolidar una de las mayores revoluciones de la historia de la ciencia.
Aunque el eclipse de este martes, iniciado en el Pacífico, se podrá observar en buena parte de Chile, la «zona cero» se sitúa en una franja de 150 kms en las regiones de Coquimbo y Atacama, donde el día luminoso dará paso a una breve noche de unos 2 minutos y 36 segundos a partir de las 16H38 locales (20H38 GMT).
Las autoridades esperan a más de 300.000 personas.
Campamentos con carpas, carros de comida, conexión a internet y baños químicos se han instalado en una decena de pequeños pueblos que esperan hacer su agosto en un solo día.
En Santiago, donde la Luna cubrirá el 92% de un sol en retirada en pleno invierno austral, uno de los lugares recomendados para ver el eclipse es el anfiteatro Pablo Neruda en lo alto del Parque Metropolitano, en el centro de la ciudad.
Los colegios concluirán su jornada antes para que los estudiantes puedan participar en los múltiples talleres y actividades lúdicas y educativas en torno al fenómeno, al igual que muchos lugares de trabajo.
A última hora, muchos intentaban hacerse con lentes especiales para observar con seguridad el fenómeno.
– Complejo retorno –
En el norte, las autoridades diseñaron un plan especial de tránsito. La ruta que conecta el aeropuerto con la ciudad de La Serena y el camino interior para ir hasta el Valle del Elqui, donde está el poblado de Vicuña -otro punto importante de observación-, tenía un solo sentido de tránsito. El caos más temido, no obstante, es el regreso tras el eclipse.
«Lo más difícil es el retorno. Todo fluye al mismo lugar y en ese caso la infraestructura no da abasto», dijo el ministro de Obras Públicas, Alfredo Moreno, a medios locales.
La pequeña localidad de La Higuera -a unos 50 km de distancia de La Serena- será el epicentro del eclipse, que los científicos esperan provoque alteraciones en la fauna y cambios físicos.
En el momento de umbra (mayor sombra), «toda la fauna que va a haber en el lugar va a reaccionar, porque ellos reaccionan a la luz. Baja la temperatura (…) y también hay efectos físicos: una brusca baja de temperatura genera diferencias de presión y una pequeña brisa», explica a la AFP el astrónomo Luis Barrera, director del Departamento de Física de la Universidad Nacional de Ciencias de la Educación (Unce).
Aquí, donde los habitantes dieron en el pasado una fiera lucha contra la construcción de la mina de cobre y hierro Dominga, en defensa de los amenazados pingüinos de Humboldt, nunca antes había llegado tanta gente.
Escolares del norte de Chile se instalaron en un campamento al interior de un precario teatro frente a la plaza de La Higuera, boyante como nunca de actividad, mientras que cientos de carpas fueron levantadas en improvisados campamentos en sus alrededores.
Tras visitar el observatorio profesional de La Silla, ubicado en las cercanías de La Higuera, el presidente chileno Sebastián Piñera se trasladará hasta este lugar para ver el eclipse junto a niños y familias.
Algunas aerolíneas han fletado aviones con invitados especiales para ver el eclipse desde el cielo.
– Actividad científica –
Operado por el Observatorio Europeo Austral (ESO), La Silla -a 2.400 metros de altura- cumple 50 años al servicio de la ciencia.
El observatorio fue uno de los primeros en instalarse en el norte de Chile, que gracias a sus cielos especialmente despejados concentra hoy casi el 45% de la observación astronómica mundial, con los más potentes telescopios y radiotelescopios del mundo.
Cuando finalice en los próximos cinco años la construcción de otros potentes instrumentos de observación, la capacidad de observación astronómica de Chile será del 75%.
No es común que un eclipse total de sol pase justo por un observatorio profesional, es por eso que en La Silla aprovecharán esta coincidencia para llevar adelante varios proyectos científicos.