Dos días después de los anuncios del presidente Emmanuel Macron en respuesta a la crisis social en Francia, los «chalecos amarillos» volvieron a movilizarse este sábado con manifestaciones, principalmente en París y Estrasburgo (noreste).
Desde hace cinco meses, los «chalecos amarillos» reclaman cada sábado más justicia social y fiscal en la calle, en unas protestas en ocasiones salpicadas de violencia. El jueves por la noche, el presidente francés anunció en una rueda de prensa un conjunto de medidas destinadas a aumentar el poder adquisitivo de las clases medias y pobres, reseñó AFP.
En la capital francesa, varios cientos de manifestantes -convocados por la CGT y los «chalecos amarillos»- tomaron por la mañana el bulevar Montparnasse para dar una «respuesta general» al gobierno, constataron periodistas de la AFP.
En Estrasburgo, en este 24º sábado de movilización se manifestaron varios cientos de «chalecos amarillos». Pascal Harter, prejubilado de 58 años, consideró que «no hubo nada concreto» en los anuncios de Macron. «Eso me dio más motivos» para manifestar, dijo Harter a la AFP.
La prefectura del Bajo-Rin (noreste) prohibió los actos de protesta en algunas partes del centro histórico de la ciudad, así como en la estación de trenes y en las inmediaciones de las instituciones europeas.
En Toulouse (suroeste), se convocó una protesta en el centro de la ciudad, pese a que se hubieran prohibido de nuevo las concentraciones en la plaza del Capitole, en el casco histórico. En Lille (norte), Rennes (oeste) o Ruán (noroeste) también se prohibieron manifestaciones en los centros de las urbes.