La escasez del combustible es apenas la punta de la crisis que vive el país por falta de mano de obra. Mientras intenta apagarla, el Gobierno ha tenido que acudir a las Fuerzas Militares para encontrar conductores temporales. La escasez empieza a generar un fuerte efecto político en la Administración de Boris Johnson.
Carlos vive en Aberdeen, una de las ciudades más apartadas de Escocia.
En medio de la crisis por falta de gasolina viajó por trabajo desde esa ciudad hasta Manchester, en el norte de Inglaterra, seis horas y media. Cruzó esa frontera invisible que une a las cuatro regiones que integran el Reino Unido.
Allí pudo constatar la diferencia que se vive. En Escocia, que tiene una población de un poco más de cinco millones de personas, y donde se extrae parte del petróleo que requiere el país, encontró gasolina.
“A medida que iba acercándome a Inglaterra no había gasolina”, cuenta a France 24.
“Es totalmente diferente. Cuando llegamos a Manchester no conseguí una gasolinera con combustible», agrega.
Mientras el Gobierno asegura que la crisis ha ido aliviándose en todo el país, en algunas gasolineras de Inglaterra sigue la escasez. No hay falta de combustible, hay escasez de conductores que la transporten.
El primer ministro, Boris Johnson, justificó la crisis que vive el país asegurando que es “un periodo de ajuste” después del Brexit.
“Hay muchos trabajadores calificados que necesitan combustible para moverse. Creo que esto podría haberse evitado o al menos preparado para ello”, le dice a France 24 Robbert Peters, que trabaja en un hospital del centro de Londres como fisioterapeuta en el sistema público de salud (NHS).
En Londres continúa la escasez
David López es camarógrafo y aunque “en Londres no necesito el automóvil porque el transporte público es muy eficiente”, conduce cuando hace trabajos fuera de la ciudad.
Previendo la falta de gasolina y como ha reportado desde hace varios días sobre esta crisis, madrugó a las 4:30 ‘cazando’ combustible en varios sectores del centro de Londres.
Inició en Liverpool Street y tras visitar otras tres estaciones de servicio, finalmente encontró una donde pudo llenar el tanque, 40 minutos después de salir de su casa.
“Con la desesperación uno no mira el precio, pero estaba normal”, cuenta.
La Asociación de minoristas de gasolina asegura que la crisis ya está prácticamente acabada en el norte de Inglaterra y en Escocia, pero persiste, es “desafiante” en la capital británica y en el sur del país.
.@RMI_PRA chairman says fuel shortages are getting worse in London and the south east, with 22% fuel stations still without fuel.
Gordon Balmer says the situation is "worst with BP" and some members have been without fuel for "over a week"#KayBurley: https://t.co/2V9PMIiiCe pic.twitter.com/SYa0evLQIB
— Sky News (@SkyNews) October 4, 2021
Desde que inició la escasez, ante el pánico colectivo por falta de gasolina, también ha aumentado el caos vehicular y los embotellamientos en cercanías a las estaciones de servicio. Incluso de cuadras enteras de automóviles.
Otra escena repetida es la de vehículos que entran y salen de las gasolineras durante todo el día buscando un poco de combustible. Algunas estaciones han fijado un tope máximo de 30 libras esterlinas, unos 41 dólares por persona.
La poca gasolina que se encuentra se evapora con las compras de las primeras horas del día. Generalmente las gasolineras reciben el combustible en la noche.
Operación surtir gasolina
200 integrantes de las fuerzas militares, 100 de ellos conductores que han sido entrenados en la logística y complejidad de transportar combustibles, han empezado a recorrer el país para llevar gasolina y así intentar acabar con la crisis.
En la llamada ‘Operación Escalin’, los soldados transportan la gasolina en tanques de diferentes compañías, pero también los tanques de reserva de combustible de la flota del Gobierno, manejados por civiles, están rodando las carreteras del país desde hace varios días.
Además, se ha flexibilizado la ley de competencia de esa industria para que las diferentes empresas puedan surtir de gasolina otras estaciones de servicio y no únicamente las de su propiedad.
Gabriela Jorge vive en las afueras de Londres y describe su odisea como “una pesadilla”.
“No he podido conseguir. Ahora no puedo conducir a ningún lado porque no hay combustible. Lo busqué en tantas estaciones y siempre que hay algo, las filas son tan grandes que esperaría más de una hora”, señala.
Se buscan conductores
Tratando de aliviar la crisis, el Gobierno ha flexibilizado temporalmente su sistema de inmigración para permitir que 5.500 conductores de camiones de gran tamaño vayan al Reino Unido hasta finales de febrero de 2022.
Sin embargo, diferentes industrias han advertido que este número es insuficiente para el tamaño de la demanda porque en realidad se necesitan al menos 100.000 conductores no solo que transporten gasolina sino todo tipo de productos incluidos los alimentos frescos.
Según ‘The Times’, hasta el momento solo 27 conductores han aplicado para esa visa laboral temporal ofrecida hace dos semanas.
Lo que demuestra que los trabajos en el Reino Unido en las condiciones pos-Brexit y con una visa temporal ya no son atractivos.
Es una realidad. Desde antes de que el divorcio entre el Reino Unido y la Unión Europea se hiciera efectivo, el número de trabajadores de esa comunidad se ha reducido notablemente. Según ‘Bloomberg’, 200.000 europeos han salido por el Brexit y la pandemia.
Pero también el Covid-19, sumado a que algunos conductores de camiones de gran tamaño se han jubilado, ha contribuido a que la crisis se agrave.
La asociación que representa a los camioneros afirma que las condiciones laborales de los conductores se han deteriorado notoriamente en los últimos años.
El precio de la hora sigue siendo muy bajo y es una labor extenuante porque requiere largas jornadas, incluso de días, recorriendo carreteras.
“Antes de la pandemia estimábamos una escasez de más de 60.000. En ese momento, las empresas empleaban aproximadamente 600.000 conductores de vehículos pesados, incluidos 60.000 de los Estados miembros de la UE que residían y trabajaban en el Reino Unido”, afirma la Road Haulage Association en una carta al primer ministro.
Una vez efectivo el Brexit, en enero de 2021, el Gobierno esperaba que, sin la oferta de mano de obra barata de Europa, las empresas británicas tendrían que mejorar sus ofertas laborales para reclutar locales, pero no ha sido el caso.
Mientras, diferentes industrias siguen presionando a Johnson para que flexibilice el sistema migratorio que les permita seguir contratando ciudadanos europeos con bajos salarios.
“Realmente creo que el Brexit es una gran causa de cómo van las cosas en este momento”, afirma Peters, frustrado, porque no logra conseguir gasolina y todos los días debe conducir tres horas desde su casa en Kent hasta su trabajo y el regreso.
“Creo que el Gobierno realmente entendió o apreció lo que Inglaterra depende de las naciones europeas para su fuerza laboral, ya sean conductores de camiones, maestros y personal sanitario”, agrega.
Temores por la temporada navideña
La preocupación entre la población ahora es que no solo la crisis de la gasolina se extienda más, sino que la falta de conductores y mano de obra para diferentes sectores ponga en riesgo la Navidad.
El temor radica en que no se puedan encontrar alimentos frescos ni tradicionales como el pavo para las fiestas. El sector de las aves de corral alertó que no hay suficientes trabajadores para los mataderos, lo que generará desabastecimiento.
“Motín en los trenes, peleas en los surtidores de gasolina… Boris está perdiendo el control mientras el ‘Reino Desunido’ se deshace a un ritmo alarmante”, señala la columnista de ‘The Telegraph’ Judith Woods.
La Navidad se asoma y el Gobierno confía en que podrá garantizar normalidad en esa época. Mientras, el reloj corre a toda velocidad.