Carlos III ha sido coronado rey, en una histórica ceremonia celebrada este sábado en la abadía de Westminster de Londres, Reino Unido.
El monarca, de 74 años, ascendió al trono como sucesor de su madre, la reina Isabel II, quién murió el 8 de septiembre de 2022.
En la mañana del sábado miles de personas se acomodaron a lo largo de la ruta por la que desfiló el carruaje en el que iba el rey acompañado por la reina Camilla.
La procesión partió del palacio de Buckingham en dirección a la Abadía de Westminster, donde se celebró la ceremonia de coronación.
Entre los espectadores que siguieron el desfile también hubo opositores al modelo monárquico.
La fastuosa ceremonia de coronación de Carlos III y su esposa Camila, evento inédito en el Reino Unido desde hace 70 años, comenzó el sábado en Londres, maculado antes de su inicio por la detención de varias personas que pretendían manifestarse.
El rey, de 74 años, y su esposa de 75 llegaron a la Abadía de Westminster tras una breve procesión en carroza desde el Palacio de Buckingham.
Pese a la persistente lluvia, miles de admiradores se agolparon a lo largo del recorrido para saludarlos.
Su servicio como heredero al trono fue largo: 70 años, y esto lo convirtió en el monarca con más años de preparación para el reinado. Y a los 74 años, es el de mayor edad que ha subido al trono británico.
Es el 62° monarca que ocupa el trono en los últimos 1.200 años de la historia de Inglaterra y Gran Bretaña.
Y es un rey que, comparado con su madre que gozó de inmenso respeto y popularidad durante su largo reinado, nunca realmente ha obtenido una alta aprobación del pueblo británico.
Pero ¿quién es este hombre que nació para ser rey?
El primogénito de la entonces princesa Isabel y el príncipe Felipe, y nieto del rey Jorge VI, nació el 14 de noviembre de 1948 en el Palacio de Buckingham, en Londres.
Un mes después, el 15 de diciembre, Carlos Felipe Arturo Jorge Mountbatten-Windsor fue bautizado en la Sala de Música del Palacio de Buckingham.
Carlos tenía tres años cuando su madre accedió al trono el 6 de febrero de 1952 convirtiéndose en heredero natural de la corona.
Siendo joven se mostró como un personaje complejo, a menudo plagado de dudas sobre su propia capacidad para llevar a cabo el papel para el que estaba destinado.
En una ocasión, cuando se le preguntó cómo fue el momento cuando se dio cuenta por primera vez que algún día sería rey, Carlos contestó que no hubo un momento repentino de revelación. Fue, dijo, un conocimiento «lento, espantoso e inexorable».
Ritual milenario
Unos 2.300 invitados presenciaron la ceremonia religiosa en la Abadía de Westminster, entre ellos la primera dama estadounidense Jill Biden, el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva y los reyes Felipe VI y Letizia de España, además de cientos de representantes de la sociedad civil británica.
Ante sus ojos, y los de millones de telespectadores, Carlos III y Camila entraron solemnemente, vestidos con capas ceremoniales, para ser consagrados en la cima de la monarquía británica, ocho meses después de subir al trono tras la muerte de Isabel II, que reinó durante siete décadas.
Aunque el rey quiso una ceremonia más moderna y sencilla que la de su madre, en un contexto de grave crisis por el disparado coste de la vida, esta se desarrolla según un pomposo ritual prácticamente inmutable desde hace mil años, único entre las monarquías europeas.
Se utilizaron tres coronas engarzadas de diamantes y piedras preciosas, varios ropajes antiguos bordados con oro que el rey irá vistiendo en distintas fases de la ceremonia, tres cetros y un par de espuelas de oro.