La caravana de migrantes penetró territorio azteca de manera violenta, pese a haber llegado a un acuerdo con las autoridades mexicanas para pasar los controles fronterizos de manera ordenada.
El secretario de Gobernación mexicano, Alfonso Navarrete, denunció que los movilizados «lastimaron» a los policías que se encontraban en la frontera.
«Iban a entrar en grupos de entre 50 y 100 personas para ser revisados, pero la caravana incumplió el acuerdo», expresó Navarrete.
Los migrantes de la caravana que partieron el pasado sábado del norte de Honduras, lograron forzar la valla de la frontera de Guatemala y entrar en México, muchos de ellos corriendo, mostrando gestos eufóricos y saludando con los brazos abiertos, reseñó EFE.