En la noche del lunes 26 de marzo el Gobierno ecuatoriano confirmó el secuestro, del que apenas han trascendido detalles oficiales aparte de que se mantienen negociaciones con los captores, que no han pedido rescate
Una semana después del secuestro de un equipo periodístico del diario quiteño El Comercio en una zona fronteriza con Colombia, Ecuador es escenario de una campaña de solidaridad sin precedentes, que ha sorprendido a un país sin experiencia similares.
El equipo, integrado por el periodista Javier Ortega, 32 años, el fotógrafo Paúl Rivas, de 45, y el conductor, Efraín Segarra, de 60, se había desplazado desde Quito a la provincia de Esmeraldas (noroeste) para recoger testimonios sobre la situación en la zona fronteriza, escenario de ataques contra fuerzas ecuatorianas atribuidos a grupos organizados armados residuales, reseñó Efe.
En la noche del lunes 26 de marzo el Gobierno ecuatoriano confirmó su secuestro, del que apenas han trascendido detalles oficiales aparte de que se mantienen negociaciones con los captores, que no han pedido rescate.
Desde entonces, periodistas, celebridades y ciudadanos de a pie, se han sumado a las muestras de solidaridad como vigilias, plantones, protestas en diferentes puntos del país y campañas en redes sociales para pedir su pronto regreso bajo la etiqueta principal #NosFaltan3
«Más de 500 periodistas hemos firmado la carta que se hizo tras la confirmación del secuestro», explicó Soraya Constante, informadora independiente que promueve un grupo de apoyo a los capturados.
Destacó que el principal interés desde hace una semana es «que se consiga su libertad» y la segunda, que va tomando fuerza, «es la de urgir información a los dos gobiernos, de Ecuador y Colombia, necesitamos una retroalimentación», subraya.
Lo que comenzó como una carta para expresar solidaridad a nivel del gremio periodístico, se ha tornado en la última semana en toda una reivindicación y sumado cerca de 150 vídeos de reporteros y gráficos de todo el mundo exigiendo la liberación de los retenidos.
«Nos está afectando mucho todo el caso desde el punto de vista informativo, y es que es la primera vez aquí que se retiene a tres periodistas», reconoce Edu León, fotógrafo freelance y que en los últimos días ha editado más de 30 videos de compañeros gráficos para subirlos a las plataformas de apoyo.
Entre ellos, están las voces de fotógrafos españoles como Gervasio Sánchez, Bernardo Pérez y José Colón, entre otros.
«Pero nos han llegado videos de toda la región como Argentina, Uruguay o México, que apoyan de manera muy especial el tema por su experiencia particular de secuestros», comenta.
Al cumplirse una semana, la parada hoy tuvo lugar frente al palacio de Gobierno de Carondelet, en Quito, donde se realiza el cambio de guardia que presidió la vicepresidenta, María Alejandra Vicuña, al estar el mandatario, Lenín Moreno, con agenda de despacho.
En un acto simbólico los comunicadores levantaron sus cámaras en señal de protesta y soltaron una paloma como metáfora de libertad, pero se toparon con otra manifestación de militantes que defendían la excarcelación del exvicepresidente Jorge Glas, que fue reprimida por fuerzas de seguridad lo que deslució el evento.
Muchos de los periodistas participantes se quejan de la falta de información por parte de las autoridades y aducen que deberían tener un papel junto a las familias para acompañar en el proceso y mediar ante organismos internacionales para lograr la liberación de los retenidos.
Entretanto, los familiares de los desaparecidos, que hicieron públicas sus identidades, han comenzado a visibilizar su situación ante el temor de que el caso caiga en el olvido.
Yadira Aguagallo, pareja del fotoperiodista Paúl Rivas, explicó la razón por la que decidieron hacer públicos los nombres de los capturados.
«Pasados siete días desde la confirmación del secuestro hemos considerado que ha pasado ese tiempo prudencial para no entorpecer las investigaciones y que es hora de que el país y la comunidad internacional sepan quiénes son estos tres ciudadanos ecuatorianos», dijo.
Cristian Segarra, hijo del conductor del diario, espera una mayor implicación del Gobierno colombiano en el caso y afirma que «la responsabilidad ha recaído más bien en el lado ecuatoriano».
El Ejecutivo ecuatoriano mantiene total discreción sobre las negociaciones que mantiene con los secuestradores y el titular del Interior, César Navas, dijo que se mantiene la colaboración con otros países para resolver el caso.
El comandante de las Fuerzas Militares colombianas, general Alberto Mejía, atribuyó la semana pasada la autoría del secuestro a disidentes de las FARC.