Problemas de distribución y logística han demorado la aplicación inicial de la vacuna contra el coronavirus en California, que se desarrolla a un paso que el gobernador Gavin Newsom calificó de “insuficiente”.
El estado intenta realizar la campaña de inmunización masiva “con la urgencia que el momento requiere y la urgencia que reclama la gente”, pero al presente apenas el 1% de los 40 millones de habitantes del estado han recibido la vacuna, dijo el gobernador demócrata.
Las 454.000 dosis de vacuna aplicadas en el estado representan apenas un tercio de las casi 1,3 millones recibidas hasta el momento, de acuerdo con el Departamento de Salud Pública.
En todo el país, las inmunizaciones proceden con una lentitud mayor que lo previsto debido a obstáculos logísticos y distintos enfoques de los estados y distritos. Los Centros de Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos dijeron el lunes que se han aplicado casi 4,6 millones de inyecciones.
El lunes, las cifras de California desde el inicio de la pandemia superaron las 26.500 muertes y casi 2,4 millones de casos confirmados. Los hospitales están abrumados por más de 22.000 enfermos de COVID-19, 4.700 de ellos en unidades de cuidados intensivos, de acuerdo con el Departamento de Salud Pública.
Aunque reconoció que el estado debe mejorar el proceso, Newsom trató de descargar parte de la responsabilidad al observar que “las vacunas no llegan por arte de magia a las instalaciones estatales”.
El doctor Mark Ghaly, secretario de Salud estatal, dijo que California asigna el número de dosis que recibirán las jurisdicciones de salud locales después de recibir un lote del gobierno federal. La vacuna va directamente a hospitales y oficinas de salud locales. Pfizer distribuye su vacuna directamente, mientras que Moderna utiliza la empresa farmacéutica McKesson como intermediaria, lo que inicialmente demoró la comunicación, dijo Newsom.
California trata de ampliar la lista de lugares donde se puede distribuir la vacuna al incluir farmacias, clínicas y consultorios odontológicos. Las autoridades están completando una encuesta de trabajadores de la salud para averiguar cuántos de ellos no quieren vacunarse, al recibir pruebas anecdóticas de que algunos la rechazan.