Un tribunal alemán condenó este miércoles a cadena perpetua a Beate Zschäpe por su participación en una decena de asesinatos racistas como miembro de un grupúsculo neonazi, un caso que causó una profunda conmoción en Alemania.
La corte de Múnich también priva a la acusada de 43 años, única integrante viva del trío «Clandestinidad Nacional Socialista» (NSU), de la posibilidad de solicitar una liberación condicional al cabo de 15 años, debido a la «particular gravedad» de su «falta».
La pena pronunciada este miércoles se ajusta a lo solicitado por la fiscalía en 2017.
Beate Zschäpe era juzgada desde mayo de 2013 por el asesinato de ocho turcos o personas de origen turco, de un griego y de una agente policial alemana, entre 2000 y 2007.
Durante los cinco años de juicio, la acusada tomó la palabra en contadas ocasiones y rechazó su responsabilidad en estos asesinatos cometidos en el país. Al final dijo que para ella la ideología de extrema derecha carecía de importancia.
Beate Zschäpe también fue condenada este miércoles por dos atentados contra comunidades extranjeras y 15 atracos a bancos cometidos por el trío NSU que formaba junto con Uwe Mundlos (38 años) y Uwe Böhnhardt (34 años) y que vivió 14 años en la clandestinidad.
Otros cuatro neonazis, sospechosos de haber aportado una ayuda logística al trío, fueron condenados a penas que oscilan entre dos años y medio y diez años de cárcel.
En noviembre de 2011, la policía halló a Uwe Mundlos y Uwe Böhnhardt muertos por disparos cuando se disponía a detenerlos.
Los investigadores creen que ambos se suicidaron o uno de ellos mató a su cómplice antes de quitarse la vida.