Tras una semana de incertidumbre, la Fiscalía de Colombia conformó una comisión judicial para buscar a 10 venezolanos, de entre 14 y 16 años de edad, que llevan días desaparecidos y se presume que están en manos de un grupo paramilitar de la región, por una foto que recibió la Fundación Progresar, donde los adolescentes aparecen amarrados de pies, cuello y manos.
El paradero de estos jóvenes migrantes, entre 14 y 16 años, se perdió en zona rural de Tibú.
La Fiscalía General de la Nación conformó este viernes una comisión judicial para esclarecer el rastro de 10 venezolanos, entre 14 y 16 años, que desde la semana pasada se extravió en el corregimiento de La Gabarra, en zona rural del municipio de Tibú (Norte de Santander).
La desaparición de estos migrantes fue denunciada por la Fundación Progresar, que recibió una serie de imágenes y videos, en los que los extranjeros aparecen amarrados de pies, cuello y manos, al parecer, en manos de un grupo armado de la región.
No hay una denuncia formal por parte de la comunidad o familiares, que les permitan a las autoridades iniciar una investigación de manera más acelerada y contundente
De acuerdo con esta organización defensora de derechos humanos, los jóvenes se encontrarían secuestrados y fueron atrapados por su presunta participación en actividades criminales. Cuatro de ellos son menores de edad y dos de ellos habrían sido asesinados en el marco de una campaña de ‘limpieza social’, adelantada en este sector fronterizo con Venezuela.
“En primer lugar, debemos advertir que no hay una denuncia formal por parte de la comunidad o familiares, que les permitan a las autoridades iniciar una investigación de manera más acelerada y contundente. Sin embargo, la Fiscalía decidió aperturar un proceso y articular una comisión de Policía Judicial para visitar el corregimiento de La Gabarra y profundizar sobre este hecho”, indicó Edgar Pallares, secretario de Gobierno de Norte de Santander.
Wilfredo Cañizares, director de la Fundación Progresar, descartó la posibilidad de que los captores hayan obligado a sus víctimas a cruzar la frontera colombovenezolana, en un intento por eludir los operativos rutinarios de las autoridades colombianas.
A pesar de la gravedad de la denuncia, la Policía Nacional inicialmente negó la ocurrencia de esta acción violenta y dijo que en sus registros no reposaba un caso reciente de esta naturaleza. De acuerdo con la institución, la semana pasada se presentó el homicidio de un reconocido habitante de este caserío, ubicado a las orillas del río Catatumbo, sin que se presentaran más hechos armados, reseña El Tiempo.