Brasil informó el lunes de 565 nuevas muertes por COVID-19, para llevar el total de fallecidos en el país a 115.309, según datos del Ministerio de Salud.
El segundo país más afectado por la pandemia en el mundo, detrás de Estados Unidos, también notificó 17.078 nuevos casos del virus, llegando a un total de 3.622.861 infecciones confirmadas.
Manteniendo la tendencia vista en los últimos meses, nuevamente las cifras del lunes fueron menores a las de otros días hábiles, debido al atraso del procesamiento de las pruebas los fines de semana.
El lunes, el ministro interino de Salud, general Eduardo Pazuello, reafirmó la orientación de diagnóstico y tratamiento precoces de la enfermedad, como acudir a un médico tras los primeros síntomas, afirmando que los decesos en el país serían más bajos si el protocolo se hubiera adoptado desde el inicio de la pandemia.
“Nuestro tratamiento necesita ser precoz e inmediato (…) Si eso sucede, el riesgo de muerte cae dramáticamente. Si hubiéramos hecho eso desde el inicio, habríamos tenido menos muertes en el país, no tengo ninguna duda”, afirmó Pazuello durante una visita a Ceará, uno de los estado del país con mayor número de casos de COVID-19.
Reuters