El primer ministro de Reino Unido, Boris Johnson, ha entrado esta noche en la Unidad de Cuidados Intensivos del hospital de St. Thomas en Londres al «agravarse» los síntomas del coronavirus que padece, según reconoció un portavoz de Downing Street. Johson ingresó el domingo en el hospital y hasta el lunes por la tarde «llevó las riendas del Gobierno», de acuerdo con el secretario de Exteriores Dominic Raab, que puede verse obligado a asumir temporalmente la jefatura del gabinete.
A lo largo del día de hoy, la condición médica del Johnson (55 años) empezó a «empeorar» y su equipo médico decidió su traslado a la UCI por si hiciera falta conectarle a un respirador. Downing Street no especificó los síntomas con los que ingresó el ‘premier’, aunque ‘The Guardian’ reveló que su estado era posiblemente más grave de lo que se pensó en principio y que el posiblemente no sólo tenía fiebre alta y tos persistente, sino también problemas para respirar.
Antes de su traslado a la UCI, Johnson se comunicó con Dominic Raab para delegar en él «cuando sea necesario». Raab, en calidad de primer secretario de Estado, ya le suplantó en el gabinete de emergencia Cobra el lunes y compareció ante los medios por la tarde para informar que el coronavirus se ha cobrado hasta la fecha 5.373 vidas en Reino Unido.
«El ‘premier’ sigue al frente del Gobierno, nos está dando instrucciones y estamos centrados en cumplirlas», declaró Raab, intentando dar una imagen de normalidad, tres horas antes del ingreso de Johnson en la UCI del St. Thomas. El titular del Foreign Office aseguró que el mandatario había pasado «una buena noche» el domingo y estaba «con la moral alta».
Boris Johnson dio «positivo» en el test del coronavirus hace diez días, cuando anunció su intención de autoaislarse en un apartamento especialmente habilitado en el número 11 de Downing Street. El jueves pasado apareció brevemente y por última vez en público al sumarse al aplauso colectivo al personal sanitario. Al día siguiente se esperaba que pusiera fin a la cuarentena, pero los médicos le recomendaron continuar con el aislamiento la presentar síntomas «persistentes» de la enfermedad.
Se ignora cómo Johnson pudo haber contraído el virus, aunque él mismo llegó a reconocer públicamente en una rueda de prensa a primeros de marzo que había dado la mano a enfermos de coronavirus durante sus visitas a los hospitales. Durante varias semanas, el ‘premier’ fue criticado por las resistencias iniciales a tomar medidas drásticas de «resistencia social», hasta que ordenó el «cerrojazo» el pasado 23 de marzo.
«Esperamos que pueda volver a Downing Street muy pronto», declaró por su parte a la BBC el subsecretario de Comunidades Robert Jenrick, que recalcó que el ingreso ha sido como «medida preventiva» y para poder hacerle nuevas pruebas médicas. «Está siendo un período muy intenso para él y, conociéndole, sé que ha sido frustrante tener que ir al hospital».
Johnson ha sido sometido seguramente a varias pruebas para ver cómo los pulmones, el corazón y otros órganos vitales están respondiendo al virus, así como análisis de sangre para comprobar su respuesta inmunológica y posiblemente un electrocardiograma. El asesor médico del Gobierno, Chris Witty, a la salida de su propio aislamiento por coronavirus, declaró que la decisión de hospitalizarle fue tomada por su doctor personal y que reconoció que la considera como una medida apropiada.
En la cama del hospital, Johnson recibió los mensajes de decenas de líderes mundiales -de Donald Trump a Angela Merkel- y ex líderes como Tony Blair, que en 2003 fue también hospitalizado por una arritmia cardíaca y decidió seguir al frente del Gobierno: «La hago llegar mi empatía y mi solidaridad, sé que lo que está pasando debe ser infernal».
Antes de ingresar en la UCI, Johnson se mantuvo en contacto en la distancia con su novia Carrie Symonds, de 32 años y embarazada de seis meses, que confirmó entre tanto que se está recuperando de la enfermedad tras haber pasado una semana convaleciente en el apartamento de la pareja al sur de Londres.