Julio Borges, dirigente político en el exilio, solicitó este miércoles al gobierno español que se sume a la presión internacional para que, a partir del 10 de enero, haya una transición democrática en Venezuela.
Borges, que impartió una conferencia en Bilbao, indicó en declaraciones a la agencia de noticias Efe que «se aproximan fechas que pueden ser definitorias, debido a que el 10 de enero, cuando Maduro jure como presidente para los próximos seis años, el mundo entero ha dicho que no reconocerá ese nuevo periodo de Maduro que es producto de un fraude electoral».
El diputado a la Asamblea Nacional se mostró convencido de que a partir de ese día «no solo en Latinoamérica con el Grupo de Lima, sino Estados Unidos, Canadá y Europa van a tomar medidas fuertes que pueden conducir a que se fracture de una vez por todas la dictadura y podamos tener un desenlace democrático en el país».
«La crisis que ha generado Maduro es también una oportunidad para que la presión interna, sumada a la internacional, pueda conducir a una nueva etapa», consideró.
Borges explicó que «no se trata de pensar que todo cambie durante esa fecha, pero sí de que haya un determinación muy clara en las democracias del mundo de que ese día tiene que entrarse en otra etapa con respecto a la dictadura de Maduro, que es ya un Estado fallido que representa una amenaza completa para toda la región».
Pidió al gobierno español que se sume a ejercer «toda la presión posible para que se pueda lograr el cambio en el país».
«Es impensable que mientras las democracias del mundo tienen una decisión muy clara de lograr una transición democrática en el país, tengamos una España que piense que puede ir por la vía contraria, buscando otra cosa que significaría dar estabilidad a Maduro», dijo.