El Comité de Operaciones de Emergencia Departamental (COED) ha informado que los incendios forestales de los últimos meses en la región de Santa Cruz se han convertido en los más letales en su historia y ha pedido más ayuda internacional ante la imposibilidad de controlarlos. Otros países de la región como Brasil y Perú presentan situaciones similares, afectados por malas prácticas agrícolas y el cambio climático.
Los incendios forestales que desde junio azotan Bolivia han provocado devastación sin precedentes en Santa Cruz, la región más poblada del país.
El fuego ha consumido más de 7 millones de hectáreas, informó el coordinador del Comité de Operaciones de Emergencia Departamental (COED) de esa región, Jhonny Rojas, el viernes 28 de septiembre.
Este desastre supera el daño causado por los incendios forestales de 2019 cuando en toda la nación de Bolivia se llegó a una destrucción de 5,3 millones de hectáreas, aclaró el coordinador.
A pesar de los esfuerzos por controlar el fuego, Rojas lamentó que los incendios «siguen y persisten» en Santa Cruz, considerada el motor económico de Bolivia basado en la producción agrícola y ganadera.
La Gobernación «ha movilizado toda su maquinaria, toda su logística, todo el equipamiento y el personal humano para poder combatir» el fuego, señaló.
Sin embargo, la magnitud del desastre ha superado la capacidad de respuesta del departamento, lo que ha llevado al gobernador en funciones, Mario Aguilera, a solicitar al Gobierno del presidente Luis Arce que declare «desastre nacional».
Aguilera dijo que se requieren más recursos y ayuda internacional para enfrentar la crisis en la zona que también se destaca por su riqueza en patrimonios arqueológicos según la Unesco, y añadió:
El trabajo es incansable de diferentes bomberos, brigadas, de la gente que ha venido de otros países a apoyarnos, pero necesitamos más ayuda internacional y necesitamos también el apoyo de toda la población
Actualmente la región enfrenta 45 incendios activos en 17 municipios, afectando directamente a más de 4.111 familias y obligando a 1.000 personas a desplazarse debido al avance del fuego, según datos de la Gobernación.
Una de las áreas más afectadas es la Chiquitania, cercana a la Amazonía.
Aunque recientemente se reportaron lluvias en algunas partes de Santa Cruz, las autoridades han dicho que las llamas están lejos de ser controladas.
Los incendios forestales son un problema recurrente en Bolivia durante esta época del año, muchos de ellos avivados por prácticas agrícolas.
Aunque quemar bosques para la producción agrícola es una práctica común, su uso descontrolado genera críticas de ambientalistas y comunidades indígenas.
Desde hace años, diversos sectores han pedido al Gobierno que derogue las llamadas ‘leyes incendiarias’, normas que autorizan las quemas controladas.
Hasta la fecha, Bolivia ha recibido apoyo de países como España, Brasil, Chile, Francia, Canadá y Venezuela.
Sudamérica en llamas
Los desastres naturales no conocen fronteras y parte de los incendios son compartidos con Brasil, donde solo en agosto fueron quemadas 5,6 millones de hectáreas, según datos del monitor de incendios MapBiomas.
Aunque anualmente el país más grande de América Latina presenta grandes incendios forestales debido a la sequía, el ministerio de Ambiente ha advertido que cada año se existen más afectaciones a la biodiversidad y a la economía.
Por su parte la Confederación de Agricultura y Pecuaria brasileña dijo que 2,8 millones de hectáreas de propiedades rurales quedaron incineradas, entre junio y agosto, afectando a las industrias de la caña de azúcar y la ganadera.
Los estados más golpeados por las llamas son San Pablo, Mato Grosso, Pará y Mato Grosso do Sul, algunos de los cuales albergan importantes zonas de la región amazónica.
Mientras, en Perú, el Instituto Nacional de Defensa Civil dijo que hasta la fecha han muerto más de 20 personas y hay al menos 360 incendios en 22 regiones del país.
Las muertes registradas han sido “por el fuego, por el humo, por efecto de quemaduras o por la aspiración de la toxicidad del humo”, señaló el jefe del Indeci, Juan Carlos Urcariegui.
Con información de EFE y medios locales