En la primera llamada telefónica como presidente entre Joe Biden y su homólogo Xi Jinping, el estadounidense presionó por la situación de derechos humanos, la represión y el comercio, según informó la Casa Blanca. Los mandatarios también hablaron sobre “desafíos comunes” como la pandemia del Covid-19 y el cambio climático. La comunicación ocurrió pocas horas después de que Biden pidiera al Pentágono revisar la estrategia de seguridad hacia Beijing.
Cruce de señalamientos entre Beijing y Washington en la primera llamada telefónica entre el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y su homólogo chino Xi Jinping, desde que Biden asumió el poder el pasado 20 de enero.
Biden extendió al Gobierno chino sus «preocupaciones fundamentales sobre las prácticas coercitivas e injustas de Beijing, su represión en Hong Kong, las denuncias de abusos de derechos humanos en Xinjiang y acciones cada vez más autoritarias en la región, incluso hacia Taiwán», según un comunicado de la Casa Blanca.
Xi dijo a su homólogo estadounidense que la confrontación sería un «desastre», por lo que las dos partes deberían restablecer los medios para evitar errores de juicio, de acuerdo con el relato de la llamada hecho por el Ministerio de Relaciones Exteriores chino, que tuvo lugar el jueves por la mañana, hora de Beijing, miércoles por la noche en Estados Unidos.
President Joe Biden and his Chinese counterpart Xi Jinping held their first telephone call as leaders, with Biden saying a free and open Indo-Pacific was a priority and Xi warning confrontation would be a ‘disaster’ for both nations https://t.co/oV2mzdlspz
— Reuters (@Reuters) February 11, 2021
Pero el líder chino también mantuvo un tono de línea dura frente a Biden con respecto a Hong Kong, Xinjiang y Taiwán. Xi le dijo al jefe de Estado de EE. UU. que se trata de asuntos de «soberanía e integridad territorial» que espera que Estados Unidos aborde con cautela.
Taiwán, que se ha quejado de los repetidos ejercicios militares de China cerca de la isla que Beijing reclamada como propia, agradeció a Biden por expresar su consternación.
Un alto funcionario, citado por AP y familiarizado con la comunicación telefónica entre los dos mandatarios, indicó que le Gobierno estadounidense cree que se encuentra en una posición fuerte, tras consultas con aliados y socios, como para exponer sin reparo sus reproches fundamentales sobre las «actividades agresivas y abusos» de China.
Biden pidió al Pentágono revisar la estrategia de seguridad frente a China
La comunicación entre los dos mandatarios se produjo horas después de que el presidente de Estados Unidos anunciara sus planes para una revisión del Pentágono de la estrategia de seguridad nacional frente a Beijing.
Funcionarios del Departamento de Defensa describieron la revisión como un esfuerzo «rápido» que abarcaría la inteligencia estadounidense, los niveles de tropas en la región, las alianzas de defensa con China y más.
Luego de que Biden y la vicepresidenta, Kamala Harris, se reunieran con los jefes del Departamento de Defensa el miércoles por la tarde, el mandatario estadounidense dijo que un grupo de trabajo haría recomendaciones al secretario de Defensa, Lloyd Austin, «para que podamos trazar un camino sólido hacia adelante en asuntos relacionados con China.
El equipo debe presentar sus hallazgos a Austin en un plazo máximo de cuatro meses y aunque aún no hay un informe público final y los funcionarios del Pentágono discutirán las recomendaciones con el Congreso, la estrategia puede estar dirigida a contrarrestar el poderío militar chino fuera de sus fronteras.
En su audiencia de confirmación en el Senado, el mes pasado, Austin aseguró que estaba de acuerdo con un informe reciente del Pentágono el cual señaló que la ambición de China es desarrollar un Ejército que sea igual y en algunos aspectos superior al de Estados Unidos para 2050.
«Si bien ese puede ser su objetivo, yo tendría la intención de asegurarme de que eso nunca suceda», afirmó el secretario de Defensa.
No se vislumbran cambios en política comercial
Las relaciones entre las dos mayores potencias económicas sufrieron un alto punto de tensión en los últimos años, tras la imposición de nuevos aranceles de la entonces Administración de Donald Trump, inicialmente hacia el acero y aluminio que después se extendió a otros bienes. Acciones que comenzaron la denominada guerra comercial, pues Xi replicó con medidas similares hacia los productos estadounidenses.
Biden ha dicho que Beijing es el «competidor más serio» de Washington, y su Gobierno ha indicado que en general continuará con el duro enfoque adoptado por su antecesor.
Washington buscará en los próximos meses agregar «nuevas restricciones específicas» sobre ciertas exportaciones de tecnología sensible a China en cooperación con aliados y socios y no habría medidas rápidas para levantar los aranceles que dejó en vigor el anterior presidente contra las importaciones chinas, según agregó el funcionario citado por AP.
Pese a que, durante su primera llamada telefónica con Xi Biden dejó clara su presión en estos asuntos, los mandatarios también discutieron la posibilidad de unir esfuerzos en “desafíos comunes” como la lucha contra el cambio climático y la pandemia del Covid-19, de acuerdo con la Casa Blanca.
Con información de AP, Reuters y EFE