El ataque de Rusia contra Ucrania, tantas veces anticipado por Estados Unidos, finalmente se lanzó en la noche del miércoles, hora estadounidense, sin que ninguno de los avisos o advertencias de Washington lo haya podido impedir, en plena reunión del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, cuya presidencia de turno la ocupa, como guinda, la propia Rusia.
El presidente de EE UU, Joe Biden, acusó a su homólogo ruso, Vladímir Putin, de llevar a cabo un “ataque injustificado y sin provocación” contra el pueblo ucranio y ha alertado de las consecuencias “catastróficas” que tendrá.
“El presidente Putin ha comenzado una guerra premeditada que provocará pérdidas catastróficas en vidas y en sufrimiento humano. Solo Rusia es responsable por la muerte y la destrucción que cause este ataque. Estados Unidos y sus aliados y socios responderán de un modo decisivo. El mundo hará que Rusia rinda cuentas”, ha afirmado el presidente demócrata en un comunicado enviado esta noche, pocos minutos después del anuncio del Kremlin.
Biden, que en 2014 vivió como vicepresidente de Barack Obama el conflicto y posterior anexión ilegal de la península de Crimea por parte de Rusia, asiste ahora como comandante en jefe a un desafío aún mayor por parte del Kremlin, al conflicto más grave desde el fin de la Guerra Fría.
El presidente de EE UU, que seguirá los acontecimientos desde la Casa Blanca, se reunirá este jueves por la mañana con el grupo de potencias del G-7 y se dirigirá al pueblo estadounidense para anunciar “más medidas” que Washington y los aliados occidentales impondrán a Moscú por este “innecesario acto de agresión contra Ucrania y contra la paz global y la seguridad”. “Nos coordinaremos con nuestros aliados de la OTAN para garantizar una respuesta fuerte y unida que disuada cualquier agresión contra la Alianza. Esta noche, [la primera dama] Jill y yo oramos por el pueblo valiente y orgulloso de Ucrania”, ha remachado en su comunicado.
Ola de reacciones
Las palabras de condena junto con llamamientos a la calma han sido las más escuchadas entre la mayoría de gobiernos y líderes europeos -con algunas excepciones- tras comenzar lo que el presidente de Rusia, Vladimir Putin, anunció esta madrugada como «una operación militar» en Ucrania para proteger a las personas de «abusos y del genocidio» del Gobierno ucraniano.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, condenó el «ataque bárbaro», anunció nuevas sanciones europeas contra «sectores estratégicos» rusos, incluido el bloqueo de sus bancos al mercado europeo, y advirtió a Moscú de que la Unión Europea no permitirá que «derribe la arquitectura de seguridad» en el continente.
Para el alto representante de la Unión Europea para la Política Exterior, Josep Borrell, estas «son las horas más oscuras para Europa desde el final de la Segunda Guerra Mundial», ya que «una potencia nuclear importante ha atacado un país vecino y está amenazando con represalias a cualquier otro estado que pueda acudir a su rescate».
El presidente francés, Emmanuel Macron, pidió que Rusia suspenda «inmediatamente» sus operaciones militares en Ucrania, a las que calificó de «guerra». «Francia condena firmemente la decisión de Rusia de hacer la guerra a Ucrania. Rusia debe poner inmediatamente a sus operaciones militares», afirmó.
El canciller alemán, Olaf Scholz, condenó el ataque, que calificó de «ruptura flagrante del derecho internacional» que «no puede ser justificada bajo ningún concepto». «Alemania condena en los términos más fuertes este acto carente de consideración del presidente (Vladímir) Putin,» añadió.
El primer ministro británico, Boris Johnson, aseguró que «Occidente no se quedará a la espera» mientras Rusia ataca Ucrania, en una conversación con el presidente de este país, Volovímir Zelenski, tras el inicio de la ofensiva rusa.
Y el primer ministro italiano, Mario Draghi, condenó el ataque y lo tachó de «injustificado e injustificable». «Italia está cerca del pueblo y las instituciones ucranianas en este momento dramático», dijo Draghi.
Austria condenó de forma enérgica el ataque y demandó que Moscú detenga de forma inmediata estas hostilidades contra Ucrania que «nuevamente suponen una violación flagrante de su integridad territorial y soberanía», indicó el canciller austríaco, el conservador, Karl Nehammer.
El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, condenó este jueves la agresión rusa y expresó la solidaridad de España «con el Gobierno y el pueblo ucraniano». «Permanezco en estrecho contacto con nuestros socios y aliados de la Unión Europea y @NATO para coordinar nuestra respuesta», agrega.
El presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, y el primer ministro luso, António Costa, condenaron la intervención militar de Rusia en Ucrania y denunciaron que supone una «flagrante violación del derecho internacional». Rebelo de Sousa convocó para hoy una reunión de urgencia del Consejo Superior de Defensa Nacional.
El presidente polaco, Andrzej Duda, condenó el ataque ruso y pidió una «respuesta conjunta» de la OTAN, además de convocar una reunión del Consejo Nacional de Seguridad.
El ministro neerlandés de Exteriores, Wopke Hoekstra, advirtió este jueves, en una “fuerte condena” a la ofensiva rusa a Ucrania, que Moscú “pagará un alto precio” por lo que calificó de un “acto de guerra” contra Kiev.
El presidente de Rumanía, Klaus Iohannis, condenó el ataque militar lanzado por Rusia contra Ucrania, y abogó por que la comunidad internacional tome represalias contra el Kremlin.
El Gobierno de Hungría afirmó que «la guerra es el peor escenario posible» y mostró su apoyo a la soberanía de Ucrania, aunque sin condenar explícitamente el ataque lanzado por Rusia contra ese país.
Mientras, el ministro búlgaro de Defensa, Stefan Yanev, respaldó la tesis rusa de que el ataque a Ucrania es sólo una «operación militar» y que hay que evitar frivolizar y «exagerar» al usar la palabra «guerra».
Los gobiernos de Letonia, Lituania y Estonia apelaron al artículo 4 de la OTAN, que prevé consultas inmediatas entre los aliados, al tiempo que alertaron contra la «previsible» campaña de desinformación y ciberataques rusos. «Tenemos que estar preparados ante una impredecible ola migratoria, ciberataques y campaña de desinformación por parte rusa», dijeron.
El primer ministro de Croacia, Andrej Plenkovic, condenó enérgicamente la invasión, responsabilizó exclusivamente a Moscú de la agresión y la llamó a detener su ataque.
El presidente finlandés, Sauli Niinistö, manifestó su «conmoción» y expresó su «más severa condena» ante el ataque ruso, país al que expresó su «absoluta solidaridad».
Con información de El Pais, EFE