El presidente electo de Estados Unidos, Joe Biden, se encuentra ya impulsando un nuevo programa de estímulo económico del Congreso con la finalidad de que pueda entrar en vigor antes de su toma de posesión, en enero próximo.
Ese es uno de los objetivos de la reunión que Biden mantendrá este viernes con los líderes demócratas en el Congreso; la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, y el jefe de la minoría del partido en el Senado, Chuck Schumer, declaró hoy a los periodistas Jen Psaki, del equipo de transición de Biden.
Según la asesora del presidente electo, Biden tiene el propósito de conversar también con otros legisladores de ambos partidos para perseguir este fin.
«Les va a decir que tiene que haber un programa de estímulo en el período del ‘pato cojo’ porque es muy necesario que la gente cuente con ayuda a tiempo de las festividades» de fin de año, dijo Psaki, en referencia al período de Gobierno de un presidente entre las elecciones y la entrega del poder a un sucesor.
En ese período se supone que los gobernantes no toman decisiones importantes, aunque el caso de Donald Trump es atípico, porque aún no ha reconocido la victoria de su rival en los comicios e insiste en denunciar un «fraude electoral» en su contra, que no ha demostrado.
Con respecto a esto, la asesora de Biden dijo que se está «acabando la paciencia» en el Congreso, en la comunidad de inteligencia y en otros sectores por la negativa de Trump de facilitar la transición.
Las negociaciones entre demócratas y republicanos en el Congreso para lograr un nuevo paquete de estímulo de la economía se encuentran estancadas desde hace meses, después de que fracasaran varios proyectos debido a diferencias sobre la cantidad y los programas que debe financiar.
El pasado sábado Trump animó al Congreso a aprobar uno que sea «grande y centrado», después de que el propio gobernante anunciara a comienzos de octubre la interrupción de las negociaciones y que asegurara que no apoyaría un plan hasta después de las elecciones.
En marzo pasado el Congreso aprobó un primer plan de estímulo por valor de 2,2 billones de dólares, el mayor de la historia de EE.UU., pero desde hace meses los sectores económicos vienen pidiendo un nuevo paquete de ayudas que refuerce los efectos del primero.
Entre ellos, el presidente de la Reserva Federal (Fed), Jerome Powell, que cree que se requiere más estímulo fiscal para superar la actual recesión, la «más aguda jamás registrada» en EE.UU.
En octubre, la Cámara de Representantes llegó a aprobar un paquete de estímulo adicional de 2,2 billones de dólares para hacer frente a la crisis, pero la propuesta no llegó a ser votada en el Senado, de mayoría republicana, ni contó con el apoyo de Trump.
La Fed prevé una caída económica del 3,7 % para todo 2020 y que el paro termine el año en el 7,6 %, frente a la contracción de un 6,5 % del PIB real y un paro del 9,3 % que calculaba a mediados de año. EFE