La alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, pidió este jueves que los derechos humanos ocupen el «centro» de la recuperación tras la pandemia de coronavirus, cuyo impacto sobre los datos macroeconómicos de América Latina son «simplemente aterradores».
«Tenemos que generar una economía más inclusiva, donde la prosperidad realmente pueda ser compartida. Podemos hacerlo si lo hacemos todos juntos y si además colocamos en el centro los derechos humanos como propiedad», aseveró en una intervención virtual durante el 56° Coloquio Idea, el mayor encuentro empresarial de Argentina.
En sus palabras iniciales, la expresidenta de Chile por dos mandatos (2006-2010 y 2014-2018) expuso las dificultades que afronta América Latina como consecuencia de la COVID-19, provocando un desplome del producto interior bruto de la región de un 9,1 % para este año y un aumento de la pobreza que se situará en torno al 40 %.
La titular de Derechos Humanos de la ONU reconoció que, en este contexto, las empresas «se enfrentan a retos complejos y decisiones difíciles», aunque desde el organismo multilateral entienden que el sector empresarial «es un socio crucial en los esfuerzos para la recuperación de esta crisis».
«Las Naciones Unidas no están interesadas en el ‘business as usual’ («que las cosas sigan como hasta ahora»), necesitamos que los empresarios asuman las responsabilidades hoy y mañana, evaluando los costos y beneficios a largo plazo de sus actividades para construir comunidades fuertes y sociedades resilientes», afirmó Bachelet en referencia a las palabras del secretario general de la ONU, Antonio Guterres, con motivo del 75 aniversario de la organización.
Por este motivo, Bachelet instó a los empresarios a «fortalecer su compromiso con el sistema multilateral», en aras de crear un ambiente mundial «propicio para el trabajo decente, la inversión y la sostenibilidad».
La irrupción de la COVID-19 en el continente no representa una excepción en este sentido, según la exmandataria chilena, puesto que el respeto por los derechos humanos «comienza dentro de las propias empresas», algo que se ha evidenciado durante la pandemia por el mantenimiento del empleo frente a la crisis, el refuerzo del acceso a la salud y las nuevas fórmulas de conciliación laboral.
En cualquier caso, para Bachelet el mundo está ante un «tremendo desafío y una tremenda oportunidad», condicionada en gran medida por una recuperación que dependerá, en opinión de la funcionaria, de la «solidaridad internacional, la acción multilateral y la situación de todos los sectores de la sociedad», en especial de las mujeres, quienes han sufrido «desproporcionadamente» los efectos de la pandemia.
«El objetivo no debiera ser tratar de volver al país o al mundo que teníamos antes del inicio de la pandemia, porque lo que la pandemia ha hecho es dejar al desnudo profundas desigualdades y baja inversión en salud, que ha hecho que los que siempre quedan atrás han sido los más afectados desproporcionadamente por esta pandemia», aseguró la alta comisionada de la ONU.
EFE