Un autobús de pasajeros pegó fuego y explotó el martes en el corazón de Roma, dijeron testigos, lo que dejó una columna de humo negro sobre el centro de la ciudad en el noveno incendio de ese tipo este año.
La autoridad local de transportes, Atac, dijo que el conductor y los pasajeros lograron evacuar el autobús, que se detuvo cerca de la popular Fontana di Trevi antes de que se encendiera en llamas. Nadie resultó herido y no había indicios de una acción deliberada.
En 2017, unos 20 autobuses en Roma resultaron destruidos o dañados por el fuego.
Medios italianos han atribuido la serie de incendios a la añosa flota de autobuses de Roma y a su mala mantención. La autoridad del transporte, que enfrenta una gran cantidad de deudas, dice que ha incrementado sus trabajos de reparaciones y que está abordando el problema.
Un exjefe de Atac dijo el año pasado que la compañía está presionada por deudas por unos 1.300 millones de euros (1.540 millones de dólares) y que debería declararse en quiebra.
Según un reporte interno de Atac, un 36 por ciento de todos los autobuses de la compañía se encuentran en garajes porque se han descompuesto o se encuentran en mantención, y la cifra aumenta a un 50 por ciento al considerar la destartalada flota de tranvías de la ciudad. Reuters