El número de fallecidos durante el estallido social que vive Chile desde hace un mes ascendió a 23, luego de que la noche del viernes un joven perdiera la vida en una manifestación en la capital, informó este sábado el Gobierno.
El joven, de 29 años, participaba en una concentración en Plaza Italia, epicentro de las protestas, cuando sufrió un paro cardíaco y fue asistido in situ por personal del Servicio de Atención Metropolitano (SAMU) y trasladado a un hospital cercano, donde falleció, explicó la Subsecretaría de Interior.
El SAMU denunció a su vez en un duro comunicado que los Carabineros (policía) lanzaban agua y disparaban perdigones y gases lacrimógenos mientras el manifestante era atendido y que incluso una de sus profesionales fue herida, lo que también mostraron varios vídeos colgados en las redes sociales.
Esta agresión impidió dar los cuidados necesarios al paciente, debiendo retrasarse la reanimación y forzando su evacuación, debido a la inseguridad de la escena (…) Como funcionarios de salud no podemos tolerar el actuar de la fuerza policial, afirmó el servicio de emergencias.
Las protestas del viernes dejaron además un total de 268 personas detenidas y 26 manifestantes heridos, que se suman a los miles registrados durante este mes de convulsión social, agregó el informe gubernamental, que no hizo referencia a la denuncia del SAMU.
El histórico acuerdo anunciado la noche del jueves por las fuerzas parlamentarias del país para convocar un plebiscito en abril de 2020 y preguntarle a la ciudadanía si quiere cambiar la Constitución y qué mecanismo prefiere para redactar el nuevo texto no logró amainar los ánimos de los manifestantes, que volvieron a salir en masa a las calles el viernes.
La crisis chilena, que cumple un mes el lunes, se detonó por una subida del precio del billete de metro y con los días se convirtió en un clamor popular contra el desigual modelo económico del país, la represión y el Gobierno, que decretó el estado de emergencia y un toque de queda durante los primeros días.
Las protestas, las más graves desde el retorno de la democracia en 1990, han dejado además episodios de violencia extrema, con saqueos, incendios, destrucción de mobiliario público y cruentos enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas policiales, muy cuestionados por la represión que están actuando. EFE