Un ataque a un gasoducto en el este de Siria el sábado provocó un incendio pero no víctimas, informó la agencia noticiosa estatal SANA. Es el acto más reciente de sabotaje contra la infraestructura siria de petróleo y gas.
Tal como en casos anteriores, nadie se declaró responsable. Los casi 10 años de conflicto en Siria, además de matar a medio millón de personas, han afectado gravemente los yacimientos de petróleo y gas, muchos de los cuales están fuera de control del gobierno.
SANA dijo que el ataque se produjo en la región de Abu Khashab, provincia de Deir el-Zour fronteriza con Irak.
Se sabe que células del grupo Estado Islámico están activas en la zona, donde han atacado a las fuerzas del gobierno y las milicias curdas respaldadas por Estados Unidos en el este del país.
Horas antes del ataque, el ministerio de Petróleo informó que una pérdida de gas en un pozo en el centro del país fue controlada rápidamente, sin aclarar si se trató de sabotaje o un accidente.
Por otra parte, una mina terrestre que explotó el sábado en la provincia central de Hama mató a cinco personas e hirió a 13 que habían salido a recolectar trufas, informó SANA. La mina antitanque fue abandonada por los milicianos que controlaban la zona cerca de la población de Salamiyeh.