La historia del joven Carlos Acutis ha conmocionado al mundo entero, de hecho, muchas personas desconocían su testimonio de vida y ahora se sorprenden al saber que este muchacho ha sido elevado a los altares por el Vaticano.
En octubre de 2006 Carlo enfermó de leucemia tipo M3. No había ninguna posibilidad de curación. Carlo sabía que se moría, y al ingresar al hospital le dijo a su madre: “De aquí ya no salgo”. Pidió la unción de los enfermos y tres días después del diagnóstico, el 12 de octubre de 2006, falleció en el hospital San Gerardo de Monza, Italia. Antes de saber de su enfermedad, realizó un video en el cual anunciaba su muerte y solicitaba ser enterrado en Asís.
“Estoy destinado a morir”, dice el audiovisual que ha rescatado la televisora Telefe Córdoba y que eriza la piel de quienes creemos que su historia debe ser contada.
Carlo Acutis, el joven que murió en 2006 con 15 años y al que Italia conoce como “el patrón de la web” por haberse dedicado a hablar de su fe y ayudar a los demás a través de la tecnología, fue beatificado en Asís (centro de Italia) el pasado sábado 10 de octubre.
Nació en 1991 en Londres y falleció en Italia 2006, con 15 años, por una leucemia fulminante.
Su beatificación es una de las más rápidas de la historia de la Iglesia católica, ya que sólo han pasado 14 años desde su muerte.
El papa Francisco lo declaró venerable en el verano de 2018, señalándolo como un ejemplo para todos los jóvenes en su exhortación tras el sínodo dedicado a ellos, “Christus vivit”.
La Congregación para las Causas de los Santos reconoció como milagro necesario para su beatificación la curación, considerada inexplicable por algunos expertos, ocurrida el 12 de octubre de 2013 en Campo Grande en Brasil, donde vivía un niño sudamericano nacido en 2010 con una malformación congénita del páncreas, órgano que en el niño estaba prácticamente dividido en dos.
Solo una cirugía compleja y peligrosa podría haber eliminado el problema, pero la cirugía nunca se realizó porque el niño se recuperó después de una oración especial celebrada por un sacerdote en presencia de una reliquia de Carlo, una trozo de pijama.