Aunque hasta este martes se manejaba que al menos cinco venezolanos habían sido asesinados en menos de una semana en distintos sectores de Norte de Santander, Colombia, la cifra ascendió a diez cuando a comienzos de semana se perpetró otro homicidio, y familiares de cuatro víctimas más de hechos aislados, llegaron a la morgue de Cúcuta para reconocer, identificar y reclamar los cadáveres. Así lo reseña lanacionweb.com
En el más reciente crimen, la víctima resultó ser el zuliano José Gregorio Yáñez Bencomo, de 25 años, asesinado a balazos en la vía Tibú-El Tarra, la mañana del lunes.
En la vereda Campo Seis, según algunos vecinos del sector, el muchacho fue ultimado a las 9:30 de la mañana, cuando se movilizaba por allí, vendiendo cremas y otros productos, el oficio con el que subsistía.
Son embargo las circunstancias en las que le quitaron la vida no fueron dadas a conocer, a excepción de que fue en plena vía publica y que toda la mercancía que llevaba en una especie de mochila, quedó regada al lado del cadáver.
En cuanto a otros dos connacionales víctimas de homicidio, se determinó que están relacionados a la masacre que el sábado en la noche saldó cinco muertos en el barrio Torcoroma III de la ciudadela La Libertad, donde pistoleros desconocidos, dispararon contra un grupo de amigos que departían frente a una residencia.
Entre esas cinco víctimas inicialmente se identificó como venezolano al joven de 19 años, y nativo de San Antonio del Táchira, Kenner Josmar Mateus Lizarazo, y se presumía que las otras cuatro eran neogranadinas; sin embargo, los familiares de Melver Hernández y Ramiro Sánchez, los identificaron como venezolanos.
Melver Hernández, tenía 24 años. El padre del joven, cada vez que podía comunicarse con él por teléfono, le pedía que dejara de compartir con un grupo de amigos que tenía, que “era mejor que estuviera solo y sin compinches”, pero éste hizo caso omiso a los consejos que le dio.
Hernández era amigo desde hace muchos años de Ramiro Sánchez, el tercer venezolano fallecido en esta masacre, y habría sido quien invitó a Melver a tomarse unas cervezas antes de que regresara a su casa, en Ureña, sin presagiar que serían asesinados.
Por otra parte, familiares de Rodolfo José Díaz, de 44 años, también reclamaron su cadáver para darle cristiana sepultura. Díaz fue asesinado la noche del 12 de febrero,en el sector Las Parrillas de La Parada, Villa del Rosario.
Mientras que como Gerson Stiven Sepúlveda Rojas, de 20 años, quien residía en Ureña, identificaron al muchacho cuyo cadáver golpeado y abaleado fue localizado el domingo en la trocha La Carbonera.