Finalmente, el académico y político progresista Bernardo Arévalo de León fue investido como presidente de Guatemala para el periodo 2024-2028 en la madrugada de este lunes 15 de enero. Su posesión tuvo lugar diez horas después de lo previsto tras una jornada que estuvo marcada por el caos, desacuerdos y una serie de decisiones judiciales sin precedentes, que retrasaron la instalación del Congreso. Desde su paso a la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, el pasado junio, Arévalo ha resistido a una incesante arremetida de la Fiscalía, que ha intentado frenar su llegada al Ejecutivo e inhabilitar a su partido político, el Movimiento Semilla. Acciones que el nuevo mandatario atribuye a su promesa de rescatar al país de décadas de corrupción enquistada.
Poco después de la medianoche en Guatemala, el presidente electo Bernardo Arévalo juró el cargo y se convirtió en el nuevo mandatario del país. pic.twitter.com/D8FcLarscd
— Sepa Más (@Sepa_mass) January 15, 2024
El nuevo presidente de Guatemala, Bernardo Arévalo, tomó juramento de su cargo en la madrugada de este lunes ante el líder del Congreso de la República, Samuel Pérez, en una ceremonia que se llevó a cabo con más de 10 horas de retraso.
La investidura de Arévalo y de su vicepresidenta Karin Herrera se celebró en el Centro Cultural Miguel Ángel Asturias, de la capital guatemalteca.
Tras su juramentación, Arévalo ofreció su primer discurso como mandatario en el cual resaltó la fortaleza de la democracia guatemalteca que resistió «mediante la unidad y la confianza» los intentos de varios sectores políticos del país de que no asumiera el cargo.
El nuevo jefe de Estado agradeció a la comunidad internacional que le expresó su apoyo. Agregó que este respaldo fue «fundamental para el éxito de los esfuerzos emprendidos por la sociedad guatemalteca en defensa de sus instituciones democráticas y la preservación del estado de derecho».
Resaltó que el pueblo guatemalteco demostró «sabiduría» y el Tribunal Supremo Electoral y la Corte de Constitucionalidad protegieron el «deseo soberano» de «vivir en democracia».
Arévalo reiteró que en su Gobierno combatirá los actos de corrupción al mencionar que «no permitiermos que nuestras instituciones se dobleguen otra vez ante la corrupción y la impunidad».
Se comprometió a «impulsar el progreso» del país. «Al pueblo de Guatemala, a su liderazgo político, a sus líderes sociales y ancestrales, así como a su liderazgo profesional y empresarial, les hago una sincera invitación a unirnos (…) Es hora de emprender un camino de diálogo y de paz».
«Nos encontramos ante una oportunidad histórica para revertir décadas de abandono social y deterioro institucional», manifestó.
Tras el acto en el Centro Cultural, el mandatario acudió a la Plaza de la Constitución, donde saludó a la población reunida para festejar su toma de posesión como jefe de Estado constitucional para el periodo 2024-2028.
Previamente, tras varias horas de atraso, el Congreso juramentó a los 160 diputados que integran la décima legislatura (2024-2028). Arévalo presenció la ceremonia.
A continuación, fueron elegidos los integrantes de la la Junta Directiva del Congreso para el ciclo legislativo 2024-2025, que estará presidida por el diputado Samuel Pérez, del oficialista Movimiento Semilla.
Durante la jornada, movimientos sociales denunciaron que integrantes de la legislatura saliente intentaron obstaculizar la juramentación del binomio presidencial y los nuevos legisladores.