Ante la «oleada» de casos del coronavirus, que causó caso 2.000 víctimas mortales hasta la fecha, el gobierno francés decidió el viernes prolongar dos semanas más, hasta el 15 de abril, como mínimo, el confinamiento en todo el país.
«Estamos todavía en el comienzo de la ola epidémica», justificó el primer ministro francés, Edouard Philippe, quien anunció que «con el visto bueno» del presidente Emmanuel Macron, el periodo de confinamiento se renovará «otras dos semanas adicionales, a parktir del próximo martes, es decir, hasta el miércoles 15 de abril».
«Este periodo podrá, evidentemente, ser prolongado si la situación sanitaria lo exige», añadió Philippe, tras un consejo de ministros
La pandemia COVID-19 ya dejó en Francia 1.995 muertos. Un total de 299 personas murieron las últimas 24 horas.
Una adolescente de 16 años murió el jueves, una noticia que conmocionó al país.
Para aliviar el sistema de salud del este de Francia, principal foco de la enfermedad, un avión militar ha evacuado enfermos hacia hospitales de Burdeos.
El jueves se hizo un traslado inédito en un tren de alta velocidad de pacientes hacia el centro y oeste del país, menos afectados. La región (norte) donde se encuentra París también está seriamente afectada.
Pero la «situación sanitaria no va a mejorar rápidamente», advirtió el primer ministro, al término de una reunión de gobierno por videoconferencia.
«La ola epidémica que se extiende por Francia (…) es una ola extremadamente alta y somete a todo el sistema de salud, a todo el sistema hospitalario, a una tensión muy fuerte. Tenemos que aguantar», subrayó.
– «Es insoportable» –
Las autoridades se proponen hacer cumplir estrictamente las restricciones y ya se levantaron más de 225.000 actas por violación del confinamiento para 3,7 millones de controles, según el ministro del Interior, Christophe Castaner.
En Francia sólo se puede salir del domicilio en el caso de que no se pueda hacer teletrabajo, para comprar alimentos indispensables, por razones de salud o hacer ejercicio no más lejos de 1 km de casa y por poco tiempo. Para ello se necesita un certificado firmado, so pena de altas multas.
La escasez de máscaras y de pruebas, que en Francia no son generalizadas por falta de medios, alarman a los expertos.
El balance oficial no incluye a los enfermos fallecidos en sus hogares o en residencias de ancianos, donde se estima que las muertes suman decenas.
En un hecho inédito, el jueves se informó de la muerte de la adolescente Julie A, quien primero dio negativo en las pruebas y luego positivo. «Nunca tendremos una respuesta, es insoportable», confió a la AFP su madre, Sabine.
El director general de Sanidad, Jérôme Salomon, señaló que «las formas severas en los sujetos jóvenes son extremadamente raras».
«Aunque la población de los más jóvenes tenga un riesgo individual extremadamente bajo, con el hecho de que la población afectada aumente, naturalmente habrá algunos pacientes muy gravemente afectados entre los más jóvenes», dijo el profesor Bruno Riou, director médico de crisis de los hospitales de la región de París.
– Temor al derrumbe –
Confinados en sus hogares desde hace 12 días, los franceses se preocupan por las consecuencias sanitarias, pero también sociales de la crisis.
Según un sondeo de Ifop, realizado del 21 al 23 de marzo y publicado este viernes en Le Parisien, 87% temen «ver la economía francesa derrumbarse», 81% «de perder a familiares», 62% a «perder la vida», 57% de «perder una parte significativa de (sus) ingresos» y el 40% a «quedarse sin comida».
Macron reunió a dirigentes sociales en audioconferencia. Los sindicatos dicen temer al deterioro de los derechos laborales y denuncian la falta de protección de los asalariados en varios sectores todavía en actividad, entre ellos la distribución. AFP