Tras conocerse la renuncia de la autoproclamada presidenta de facto de Bolivia, Janine Áñez, para presentarse como candidata presidencial, el líder indígena y depuesto presidente boliviano, Evo Morales Ayma, expresó que la misma se retiró para evitar «la impunidad», tras hechos de corrupción y crímenes contra el pueblo.
“Como lo habíamos advertido, Áñez renunció a su fallida candidatura con una doble traición a sus militantes y candidatos. Hace mucho que estaba decidida, solo faltaba negociar su impunidad”, escribió el jueves Morales, en su cuenta de Twitter.
Áñez anunció -minutos antes- que retiraba su candidatura de cara al evento electoral en elecciones generales del 18 de octubre de este año.
En otro mensaje en la mencionada red social, Morales denunció que el precio de la nueva alianza de Áñez es la “impunidad” por sus hechos de “corrupción” en medio de la pandemia y las matanzas de Senkata (El Alto) y Sacaba (Cochabamba), donde manifestantes pacíficos, que exigían el retorno a la Presidencia, fueron reprimidos.
Quienes protagonizaron la crisis neoliberal -adenistas, miristas y emenerristas- quieren continuar el saqueo de #Bolivia mediante la reedición de la tristemente famosa megacoalición en medio de la situación crítica que vivimos.
— Evo Morales Ayma (@evoespueblo) September 18, 2020
En ese entonces, fueron reprimidos en noviembre de 2019 por militares y policías dejando una treintena de muertos y decenas de fallecidos.
La decisión de la renuncia de Áñez llega un día después de que una encuesta electoral, la más amplia difundida hasta ahora en el país, vaticinara como ganador al candidato del Movimiento al Socialismo (MAS), Luis Arce, en la primera vuelta de las elecciones.