Su nombre es Eudosia Amaya ya los 104 años de edad, busca a su hija que le arrebataron en 1955, cuando trabajaba para una casa de familia, en una vida llena de dificultades, que se se atrevió a recodar en un apartamento del conjunto residencial Santamaría del Rincón de Soacha, Cundinamarca, Colombia.
«Cuando yo llegué por la tarde a recogerla la tenían en una canastica, pero bien vestida, como un ángel, y dijeron, ‘mire, se la vamos a llevar al señor dueño de la empresa de cementos’, contó para el Tiempo de Colombia.
Amaya señaló que la pareja que quería su hija, no podía tener hijo, y aunque juró que no la regaló, se lamenta de no haber hecho algo más.»¡que yo no la regalé, que fue contra mi gusto!».
A pesar de que ha hecho esfuerzos para hallarla, asegura que ha sido «muy difícil» porque no recuerda ni el día que nació.